Se trata de dos especies de marsupiales, descubiertos en 2013 en Australia, que tienen sesiones de apareamiento de hasta 14 horas.
"Son frenéticos e intentan pasar de una pareja a otra. El apareamiento puede durar horas. Es muy agotador", dicen los investigadores de la Queensland University of Technology sobre los antechinus de cola negra y antechinus de cabeza plateada.
Explican, además, que el sexo en demasía y la lucha contra otros machos producen en estas especies niveles excesivos de testosterona.
“Esto evita que la hormona del estrés se apague, lo que luego destruye sus órganos y los mata”, señala Andrew Baker, de la Universidad de Queensland.
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“Honestamente son como muertos vivientes dirigiéndose hacia el fin”, agrega.
El investigador revela que “los ha visto tambaleando durante el día, buscando parejas, sangrando y con su cabello caído”.
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Y es que mientras las hembras pueden llegar a vivir dos años, donde más de la mitad dan a luz a 14 marsupiales, los machos mueren antes de llegar al primer cumpleaños de la camada.
Al tema del apareamiento se suman la pérdida del hábitat, el calentamiento global y las pestes, factores que tienen a los marsupiales en peligro de extinción.
A partir del estudio, expertos buscan maneras de proteger a las especies: una de color oscuro con cola negra y la otra reconocida por su cabeza color plata.
“Hace poco los descubrimos y estábamos emocionados, ahora sabemos que podrían perderse para siempre”, sostiene Baker.
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