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"Yo solo quiero dar es con mi hijo". Ese es el pedido que ha hecho Sonia Esquivel por más de tres meses, desde que dejó de saber el paradero de su familiar Duvan Felipe, quien viajó a Ucrania a participar en la guerra que ese país enfrenta contra el gobierno ruso. Y es que en medio de este conflicto, son cientos las familias de mercenarios colombianos desaparecidos que buscan ayuda internacional para saber del paradero de sus seres queridos.
"De Ucrania, los sargentos, nadie me ha llamado todavía a darme razón de mi hijo. Nadie nos ha llamado, solo que está desaparecido. Y yo solamente quiero que me ayuden allá al gobierno de Ucrania a dar con mi hijo. Quiero que por favor se pongan la mano en el corazón porque no saben la la incertidumbre con la que yo vivo todos los días", añadió Sonia Esquivel para Noticias Caracol.
Aunque no se sabe exactamente cuántos colombianos han desaparecido o muerto en esta guerra, la cancillería tiene registros de 268 desaparecidos y 98 muertos en Ucrania, y cuatro desaparecidos y tres muertos en la Federación Rusa, con corte a octubre de 2025. "Fuimos conscientes de que él no se fue para un juego, él se fue a una guerra y de eso estábamos todos conscientes. Lo que no sabíamos era que si él caía en esa misión o en alguna de las misiones a las cuales él se fue a trabajar, el cuerpo nos lo iban a dejar allá abandonado", añadió Laura Higuera, cuyo hermano también desapareció en el conflicto.
Algunas de estas esposas, madres o hermanas, incluso, han viajado hasta Ucrania, enfrentándose a la barrera del idioma y arriesgándose a estar en un país en guerra, pero allí tampoco han conocido el destino de sus familiares, pues en las morgues y batallones tampoco saben qué pasó con ellos.
"No le dan información a uno nada. Para uno conseguir una información ahí es demasiado complejo. Me he metido por todos lados. Ricardo, mi esposo, era bastante conocido, tenía bastantes amigos y, con ellos fue que tratamos de buscar información de qué había pasado. Según cuentan fue un dron que cayó y lo atacó", dijo Martha Sarmiento, esposa de uno de los mercenarios.
La Cancillería de Colombia indicó que puede contactarse con las autoridades ucranianas o rusas para ayudar a identificar a los connacionales, y que cuenta con el grupo interinstitucional sobre asuntos relacionados con mercenarios. Sin embargo, su alcance es limitado, pues no puede adelantar investigaciones allí o asumir los gastos de la repatriación de un fallecido, ya que se trata de otra jurisdicción territorial.
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Es por eso que varias de estas familias se unieron para crear la ONG 'La voz de los que no están', con el fin de guiar a quienes se encuentran en esa misma situación, con las pruebas de ADN y demás trámites que solicitan las autoridades ucranianas. "Actualmente la ONG tiene un registro de 167 personas en esta condición, 167 desaparecidos, que significa 167 familias con esta ausencia y con esta problemática", comentó Carlos Ramírez, uno de los fundadores de la iniciativa.
"Nos encontramos en la búsqueda de ayuda internacional porque estas pruebas de ADN tienen un costo alto, complejo, de 500 a 800 mil pesos. Y muchas de las familias de estos soldados se encuentran en territorios rurales, de estratos socioeconómicos muy bajos", añadió Ramírez. Y mientras cientos de personas esperan respuestas, en Europa se abre la posibilidad de un acuerdo para acabar la guerra, que en febrero del otro año ya cumplirá 4 años.
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LAURA VALENTINA MERCADO
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