Muchos son hostigados para que se armen y actúen como grupos de choque. La crisis social lleva 8 meses y ha cobrado la vida de 320 personas.
Los empleados salieron con los rostros cubiertos porque temen por su seguridad y varios explicaron que el gobierno de Ortega los amenaza con quitarles el empleo si no participan de las marchas oficiales.
Relataron que deben llenar una ficha como militantes del partido de Ortega o de lo contrario entran una lista de los próximos despedidos.
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