Esto ante el avance de la caravana de migrantes. El presidente les exigió dar media vuelta, pero ellos piensan llegar, a pesar de los retos.
El éxodo de migrantes centroamericanos ya trazó la ruta de su marcha hacia el norte. Bordean la carretera que atraviesa el estado de Chiapas, caminan de noche, por cuenta del calor.
Saben que no la tendrán fácil, pero nada frustra su anhelo de pisar suelo estadounidense.
“Se mira difícil porque aquí venimos gente realmente pobre y para solicitar la visa se necesita bastante dinero. Por eso la mayoría dejamos nuestro país, porque es escaso el dinero, no hay dinero, no hay trabajo y solicitar una visa lo hace más difícil”, explica Francisco Ariel Bustillo, un hondureño integrante de la caravana.
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Entre tanto, el diario The Chronicle, de San Francisco, informó que el presidente Trump estaría considerando, mediante una acción ejecutiva, bloquear las solicitudes de asilo en la frontera con México.
En un trino, el primer mandatario exigió a los integrantes de la caravana dar media vuelta, insistiendo en que no permitirá el ingreso ilegal de personas a Estados Unidos.
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“No pasará, ya verán. No podemos permitir que pase”, dijo.
Pero mientras la violencia y la pobreza prevalezca en países como Honduras y El Salvador, personas como Antonia Ardón, que es parte de otra caravana que se encuentra en Guatemala, se la jugaran toda por darle a sus hijos una oportunidad.
“Yo soñé que estaba aquí por estos lados, es un sueño hecho verdad y cuando dijeron que iba a salir gente yo dije ‘yo me voy’; no tengo dinero, con 200 lempiras me vine", indicó Antonia.
Se aferran a su fe, y a que Dios, como dice Antonia, los guíe en el peligroso camino hacia Estados Unidos.
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