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Un bebé de 10 meses fue torturado y asesinado por sus padres

Al momento de su muerte, el bebé presentaba 130 lesiones aisladas que incluían 71 hematomas, 57 fracturas y múltiples quemaduras en su piel. Los responsables fueron condenados.

Un bebé de 10 meses fue torturado y asesinado por sus padres
Según los expertos, las lesiones que presentaba el bebé eran como si se hubiera caído de un edificio alto.
Imagen de referencia, Pexels.

Finley Boden, un bebé de 10 meses, fue torturado por sus padres hasta el día de su muerte en diciembre de 2020. De acuerdo con las autoridades, la pareja habría infligido 130 lesiones aisladas al pequeño que incluían 71 hematomas, 57 fracturas y múltiples quemaduras en su piel.

Investigadores revelaron que el bebé tenía fracturas en la clavícula y los muslos, mientras que su pelvis se encontraba rota en dos lugares diferentes, posiblemente, luego de ser pateado o pisoteado de manera sostenida. Según los expertos, las lesiones que presentaba el pequeño eran como si se hubiera caído de un edificio alto.

Asimismo, señalaron que tenía dos quemaduras en la mano izquierda generadas por una superficie plana caliente y por la llama de un encendedor de cigarrillos. Debido a la gravedad de sus heridas, el pequeño no podía sentarse a jugar ni alimentarse solo.

El niño, que nació el 15 de febrero de 2020, fue acogido de manera inmediata por los servicios sociales luego de que el personal se involucrara en el embarazo de la madre. Al parecer, la mujer era consumidora activa de cannabis, vivía en una casa familiar deplorable y se encontraba inmersa en una situación de violencia doméstica.

Los trabajadores sociales determinaron que Finley corría un riesgo significativo de sufrir daños si se quedaba en la casa de sus padres así que descartaron la opción de entregárselo a su cuidado.

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Sin embargo, en septiembre de ese año, la pareja demostró “su capacidad para comenzar a hacer cambios”, por lo que luego de 16 sesiones de contacto entre el niño y sus padres, para lograr una transición gradual a la atención de tiempo completo, los servicios sociales dijeron que no les preocupaba la capacidad de la pareja para “amar a su hijo” y se los entregó.

Una vez devuelto a su cuidado, los padres de Finley idearon un plan para decir que el niño tenía COVID, con el fin de evitar las visitas de servicios sociales. Luego, comenzaron con una tortura “salvaje y prolongada” en contra de su hijo hasta acabar con su vida.

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Los responsables, identificados como Shannon Marsden y Stephen Boden, fueron catalogados como “monstruos” por el abuso al que sometieron al niño. La jueza Amanda Tipless declaró ante el Tribunal de la Corona de Derby, en Inglaterra, que ambos personajes eran unos “mentirosos persuasivos y consumados que infligieron una crueldad inimaginable a su hijo”.

“La experiencia diaria de Finley fue de considerable dolor, angustia y sufrimiento. Era obvio para ambos que el niño estaba gravemente herido y se sentía absolutamente miserable y ninguno de los dos ha mostrado ningún remordimiento por lo que ha hecho”, agregó la juez, antes de sentenciar a los implicados a 27 y 29 años de prisión.

Stephen Boden, de 30 años, tenía 22 condenas previas por 33 delitos relacionados con el cannabis, incluida la producción y posesión de drogas. Por su parte, Shannon Marsden, de 22 años, no presentaba antecedentes judiciales.

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