Un hombre armado abrió fuego en un templo en la localidad californiana de Poway mientras los fieles celebraban el último día de la Pascua judía.
El tiroteo en esta ciudad de unos 50.000 habitantes, 40 km al norte de San Diego, se produce exactamente seis meses después de que un supremacista blanco matara a 11 personas en un ataque en una sinagoga de Pittsburgh, en Pensilvania, el peor contra un lugar de culto judío en la historia de Estados Unidos.
"Tuvimos cuatro personas con heridas de bala. Tenemos una muerte. El rabino recibió un disparo en la mano. Según tengo entendido, ninguna de las otras lesiones es potencialmente mortal", dijo el alcalde Steve Vaus a la cadena de noticias por cable MSNBC.
La policía detuvo al presunto autor del tiroteo, un joven de 19 años que vive en San Diego, mientras los investigadores están controlando su actividad en las redes sociales, donde posteó una carta abierta, dijo el sheriff del condado de San Diego, Bill Gore.
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"Un hombre fue arrestado para ser interrogado en relación con los disparos en la sinagoga Chabad de Poway", tuiteó Gore. "Hay tres heridos", confirmó.
La fallecida es una mujer, mientras que los heridos son una joven y dos hombres adultos, agregó en rueda de prensa.
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El hombre fue detenido por un oficial que corrió a la escena del ataque, agregó el jefe de policía de San Diego, David Nisleit.
"Claramente vio el vehículo del sospechoso, que saltó con las manos en alto" y fue inmediatamente detenido por el departamento de policía de San Diego.
El asaltante utilizó un fusil "tipo AR-15", empleado en numerosos tiroteos en Estados Unidos.
El alcalde de Poway homenajeó a "los miembros de la congregación que se opusieron al atacante y evitaron así un incidente mucho más horrible".
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El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ofreció este sábado sus "sentidas condolencias" desde la Casa Blanca.
"En este momento parece un crimen de odio, solo mis más sentidas condolencias a los afectados y llegaremos al fondo de esto", afirmó.
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Minoo Anvari dijo a la repetidora local de la CNN que su esposo estaba dentro de la sinagoga en el momento en que se produjo el ataque.
"Solo quiero enviar un mensaje de que todos los de nuestra congregación estamos juntos", dijo. "Somos fuertes. No puedes quebrarnos. Estamos todos juntos".
En Twitter, la congresista demócrata Alexandria Ocasio-Cortez dijo que estaba "destrozada" por las noticias del tiroteo.
"Tenemos la responsabilidad de amar y proteger a nuestros vecinos", señaló.
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"El odio y la violencia tienen que detenerse", afirmó por su lado Mike Levinel, miembro por California de la Cámara de Representantes.