A 105 kilómetros de Mérida, capital del estado de Yucatán, se encuentra Celestún, una población adornada por manglares que hacen parte de una de las más importantes reservas naturales de México.
Esta enorme superficie en la península de Yucatán ha sido escenario de un trabajo conjunto entre habitantes de la zona y organizaciones ambientales, las cuales, a través del turismo comunitario y la restauración de áreas degradadas, están conservando su gran biodiversidad.
Pronatura es una organización sin ánimo de lucro que lleva 30 años trabajando por la conservación de la flora y fauna de la región y junto a comunidades locales desarrolla programas de educación ambiental, reforestación y protección de los manglares.
Noticias Caracol visitó la zona antes de que se presentara la pandemia del coronavirus COVID-19 y, ahora, destaca el trabajo que allí se realiza para conmemorar el Día Internacional de la Conservación de los Manglares.