Lo hizo en una suntuosa ceremonia en el palacio imperial de Tokio, en presencia de 2.000 invitados, entre ellos jefes de Estado y dignatarios de 180 países.
Autoridades activaron alerta máxima por lluvias, que insta a quienes vivan cerca de ríos o el mar a refugiarse en pisos superiores ante riesgo de inundaciones.