En medio del dolor, en Condoto, Chocó, familiares le dieron el último adiós a 20 de las 34 víctimas mortales del alud de tierra que sepultó un bus en Risaralda. Lea, también: Tres muertos deja grave accidente de bus que iba de Bogotá a YopalCon calle de honor al paso del cortejo fúnebre, los condoteños recibieron a cinco de sus hijos, todos de una misma familia, víctimas del fatal accidente de hace 4 días en la vía que comunica a los dos departamentos.Cientos de personas en motos, carros y hasta a pie se volcaron a sus frías y entristecidas calles para darles el último adiós.“Primera vez que nosotros tenemos una muerte colectiva y entonces embargan a todo el pueblo condoteño, muchas personas han venido a acompañarnos”, manifestó Benicio Murillo González, habitante del municipio.Don Eleazar Rivas viajó desde Nóvita para despedir a su hija, yerno y nieta. “Nosotros recibimos la noticia y vea, estamos aquí esperando desde el domingo”, dijo.En Istmina, en las casas de las familias de las víctimas, realizaron los velorios y este jueves tendrá lugar un sepelio colectivo.“Ha sido un golpe muy duro, muy duro para nosotros los istmineños, solo le pedimos a Dios que cada día nos ayude, porque ha sido una pérdida muy lamentable”, resaltó Karen Mosquera, amiga de una de las víctimas.En Condoto, Nóvita, Río Iró, Medio San Juan e Istmina se declararon tres días de duelo en solidaridad con las víctimas de este trágico accidente.
En Istmina y Condoto las familias que perdieron a sus seres queridos en un trágico alud en Risaralda, esperan la llegada de sus cuerpos. En estos municipios hay silencio, luto y solidaridad con estas personas que lloran a sus muertos.Lea, también: Niña hallada junto al cadáver de su mamá tras alud en Risaralda también perdió a su hermanitoEn un corto pero afectuoso mensaje, Rossicella Murillo, a las 12:58 de la madrugada del pasado 4 de diciembre, le informó a su mamá que iba de viaje, salió de Cali con rumbo a Istmina, la última vez que aparece en conexión fue a las 5:35 a. m., diez minutos antes de la tragedia.“Ella sí venía en ese bus porque ahí la cogieron y la encontraron, hallaron sus pertenencias, estamos en este momento esperando nos entreguen el cuerpo de mi hermana”, manifestó Karen Urrutia Valderrama, hermana de Rossicella.El drama de esta familia es doble porque ella no aparece en la lista de víctimas que emitió la empresa Arauca el día del accidente y ahora, según su denuncia, la empresa no quiere responderles.“Mi hermana no aparece en esa taquilla porque el tiquete lo compramos y valió 100.000 pesos”, dijo.La empresa Arauca respondió que está cotejando la información junto con las autoridades. En Istmina y Condoto buses de servicio público recorrieron sus calles al sonar de sus bocinas en un acto de solidaridad con las familias de las 34 víctimas mortales que dejó el derrumbe en la vía Pereira- Chocó.
El comercio en Istmina, Condoto y Tadó, departamento del Chocó. paralizó sus actividades para respaldar el paro minero.“Respaldo total a nuestros barequeros, ya que ellos, día a día, hacen parte de nuestra economía, al minero que llamamos informal también nuestro apoyo”, manifestó el representante de los comerciantes de Istmina, Edison Navarro.Lea, además: Discoteca de noche y escuela de día: así estudian niños de un corregimiento en ChocóEn cuatro días de paro minero, los efectos ya se sienten en las familias chocoanas.“Si, que estén bloqueadas las vías porque de todos modos siempre escasean los alimentos, se ponen más caros también, lo de la gasolina”, expresó Darlin Asprilla, habitante de Quibdó.Hasta que el Gobierno no de respuesta a las exigencias de los pequeños y medianos mineros con relación a la formalización, titulación y capacitación de su trabajo, aseguran que se mantendrán en las calles de manera indefinida.“Porque es la única manera que en el Chocó escuchan al pueblo: en las calles”, declaró la lideresa social y profesora Ana Juliana Hidalgo.“No nos dejan trabajar, nos andan quemando las bombas, los retros y las balsas”, afirmó Yuly Quejada Mena, pequeña minera.Para este sábado, se espera que el comercio en Quibdó también se solidarice con el paro minero.