Resaltan que no solo ha sido usado para erradicar cultivos ilícitos, sino que permite a millones de campesinos controlar maleza y enfermedades en sus siembras.
Guillermo García Realpe, autor del proyecto contra el glifosato que será presentado en la próxima legislatura, dice que este químico atenta “contra la vida, el medio ambiente y la naturaleza”.
La iniciativa parece haber encontrado respaldo en obispos del Pacífico y suroccidente del país, que se unieron a otro bloque de religiosos de la frontera con Ecuador que rechazaron “frontalmente la decisión ya anunciada por parte del gobierno de la República de Colombia de reanudar las fumigaciones de cultivos de uso ilícito con glifosato”.
Pero Jorge Bedoya, presidente de la SAC, cuestionó la posición de ese sector de la Iglesia e instó a preguntarle “qué opina de los soldados y policías y los civiles que han resultado muertos por las minas erradicando manualmente los cultivos de coca o que han perdido sus piernas”.
Agregó que “suspender su uso, que además en Colombia se utiliza hace más de 30 años y en 160 países, pues lo que significaría es mayores enfermedades en las plantas y adicionalmente mayores costos para millones de campesinos”.
Actualmente, el glifosato se usa para el control de maleza en por lo menos 14 cultivos como algodón, arroz, papa, maíz, banano, café y caña de azúcar.
El Gobierno insiste en retomar la aspersión aérea para la lucha contra los cultivos ilícitos y espera el pronunciamiento de la Corte Constitucional.
Updated: junio 27, 2019 03:31 p. m.