En su discurso ante el Congreso, el presidente Gustavo Petro hizo un llamado a construir un gran acuerdo nacional para sacar adelante las reformas. Desde varios sectores aseguran que el mandatario le apostará a un tono más conciliador para el trámite de sus principales proyectos.
“Yo creo que un acuerdo nacional versa alrededor de tener una sociedad más justa y más productiva. Yo invitaría a quienes hasta ahora han dirigido el país hasta hace muy poco, social, económica, cultural y políticamente, que es un momento de ceder para construir un país más equitativo”, dijo el jefe de Estado.
Esta propuesta del presidente Gustavo Petro, aunque mantuvo su crítica al sector político tradicional, es vista hoy como uno de los puntos que marcaron el cambio en el tono confrontacional que había tenido el mandatario en otros escenarios como los llamados balconazos.
En el pasado el presidente señaló que por culpa del Congreso y los líderes de los partidos sus reformas no avanzarían, ahora reconoce la importancia del legislativo para la discusión de sus promesas de campaña.
“Parece haberse moderado porque se mostró con un tono algo conciliador, pero no podemos equivocarnos, su invitación fue a ceder, no la invitación de una persona que verdaderamente desea construir, todavía tiene esos tonos polarizantes que tanto daño le han causado. Él se mantiene en esa realidad que solamente él y sus seguidores conocen”, indicó Armando Duarte, experto en dinámicas de poder.
Esto para los analistas es síntoma de que el presidente pretende tender puentes con sus exaliados, para buscar las mayorías que necesitan sus proyectos. El objetivo sería evitar el plan tortuga que, por ejemplo, mantuvo a la reforma a la salud cinco meses en primer debate.
“Los apoyos en el Congreso se han ido esfumando y hoy no cuenta con las mayorías necesarias para tramitar su agenda. Los partidos tradicionales, que suman más de la mitad de las curules, se han venido apartando. Esa técnica de negociación uno a uno no le dio los resultados esperados”, señaló Gabriel Cifuentes, analista político.
La pregunta es si el discurso y la palabra ceder involucran también al mismo gobierno, que en el pasado ha dejado claros sus inamovibles sin importar el llamado de las diferentes colectividades en el Congreso.
“Con la palabra ceder de ambas partes o de todas las partes que quieren hacer parte de ese acuerdo nacional, primero, es un discurso que es no polarizante; segundo, corresponde a la víspera de las elecciones donde el presidente si sigue polarizando puede tener resultados inconvenientes para su lucha política y de su grupo por supuesto”, manifestó Pedro Viveros, analista político.
Con una agenda legislativa inconclusa y una favorabilidad en la Cámara por la elección de su nuevo presidente, Gustavo Petro sumaría a la balanza del consenso con un tono que llama a acuerdos en vez de hacer énfasis en las diferencias.
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