
El atentado contra Miguel Uribe Turbay, quien está en estado de “máxima gravedad”, ha unido a los distintos polos de pensamiento y políticos, quienes han rechazado de manera unánime el ataque a bala que sufrió el senador durante un mitin político de su campaña a la Presidencia en un parque del barrio Modelia, al occidente de Bogotá.
Desde el Centro Democrático enviaron un documento dirigido a Augusto Rodríguez, director de la Unidad Nacional de Protección (Unp), en el cual exigen medidas de seguridad inmediatas para los miembros de ese partido.
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El texto, firmado Gabriel Vallejo, director del Centro Democrático, señaló que la organización política declarada oficialmente en oposición al Gobierno Nacional ha venido, desde el 2023, manifestando con insistencia y total fundamento la necesidad de revisar, fortalecer y garantizar los esquemas de seguridad para todos los miembros y líderes políticos de la colectividad.
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“La situación actual, agravada por las múltiples amenazas reportadas, exige una respuesta urgente y efectiva por parte de la entidad que usted dirige”, le escribió Vallejo a Rodríguez. A renglón seguido le exigió que, de manera inmediata, adopte las medidas necesarias de protección para todos los miembros del partido que ejerzan responsabilidades políticas, como congresistas, precandidatos presidenciales, diputados y concejales amenazados, además de otros miembros del partido cuya exposición pública y rol político los hacen vulnerables.
Para Vallejo, resulta inaudito e incomprensible que después de 24 meses, la Unp haya incurrido en una omisión sistemática y negligente frente a los reiterados requerimientos de seguridad para nuestros líderes. “Esta conducta constituye una flagrante y grave violación al marco legal que protege el ejercicio de la oposición en Colombia”, añadió el dirigente del CD.
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En la carta, Vallejo responsabilizo a Rodríguez, y al Gobierno Nacional, por cualquier afectación a la vida e integridad de los miembros del CD. Desde su perspectiva, esta situación no solo compromete la seguridad de nuestros líderes, sino que pone en entredicho la credibilidad del Estado como garante de la democracia y del pluralismo político.
CRISTIAN ÁVILA JIMÉNEZ
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