Durante años tuvo convulsiones y dolores de cabeza hasta que los médicos descubrieron algo que los dejó perplejos.
Ronnie Clouse, de 31 años, ingresó por urgencias a un hospital de la ciudad de Coventry, Reino Unido, tras desmayarse luego de un fuerte dolor en el oído izquierdo. Al llegar al centro asistencial, los doctores se dieron cuenta que el hombre presentaba, además, secreción en el aparato auditivo.
Días antes, según los familiares, Ronnie “tuvo vómito y dificultad para recordar los nombres de algunas personas”.
Al realizarle varios exámenes, los médicos descubrieron que el problema radicaba en el cráneo. Los galenos, perplejos, se percataron que allí estaba alojado un copito.
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Al parecer, “el bastoncillo para limpiar los oídos llevaba incrustado en el cráneo del paciente cinco años”, según la revista BMJ Case Reports.
Esto le produjo una “otitis externa necrotizante, una infección que se origina en los tejidos blandos del conducto auditivo externo y se extiende al hueso circundante”.
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Finalmente, el copito fue retirado de la cabeza de Clouse, quien se recuperó sin “traumas neurológicos”.
Al despertar, el hombre aseguró que no recordaba cómo terminó el implemento de limpieza allí.