Colombia no tiene contemplado aplicar por ahora una cuarta dosis contra el COVID-19, pues no hay evidencia suficiente que muestre que dicho refuerzo tenga ventajas adicionales al esquema ya existente, señala la doctora Fernanda Hernández.
Israel, Dinamarca, Hungría y Chile son los únicos países que están aplicando la cuarta dosis y la información que arroja el primero no muestra que haya incidido en frenar el virus.
“Tenían como objetivo disminuir la incidencia de infecciones por la variante ómicron. ¿Los estudios oficiales qué han mostrado? Que realmente eso no tuvo un impacto significativo”, explica Karen Ordóñez, infectóloga y docente del programa Cuidado Intensivo UTP.
Insiste en que “realmente la evidencia no es fuerte. Hay unos estudios que se han realizado en población receptora de trasplante de órgano sólido, donde en esta población la respuesta inmune es más baja que en las otras personas. En estos pacientes tampoco se ha visto un gran impacto en la cuarta dosis, por lo tanto, tampoco podemos decir que tenga una evidencia fuerte en este tipo de población”.
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Por eso, la recomendación “es completar el esquema de vacunación con tres dosis, porque esto sí ha demostrado que tiene un impacto importante en la prevención de infecciones por las nuevas variantes” contra el COVID-19, señala la doctora Ordóñez.
Aún falta entender la duración de las defensas contra la enfermedad y, por supuesto, las variantes para decidir cuál será el esquema de vacunación definitivo.
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Los biológicos actuales podrían actualizarse o desarrollar nuevas fórmulas teniendo en cuenta las cepas circulantes. Más adelante también podrían venir mezcladas con otras que protejan al tiempo frente a diferentes virus respiratorios y ser solo para ciertas poblaciones.
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