En el año 2019 Colombia aprobó la ley 1980, que otorga a todos los recién nacidos el derecho para que se les realice, entre otras pruebas, el tamizaje auditivo. Esto con el objetivo de detectar a aquellos bebés
con riesgo de presentar pérdida de la audición, sin embargo, menos del 7% de los neonatos acceden a este beneficio.
De acuerdo con la doctora Gloria Troncoso, presidenta de la Asociación Colombiana de Neonatología (Ascon), el desconocimiento es una de las mayores razones por las cuales no se les realiza esta prueba a los recién nacidos.
“Existe mucho desconocimiento por parte del área de la salud o, inclusive, de los mismos papás de poder exigir este tipo de pruebas. Los pacientes o los recién nacidos egresan del hospital sin esas pruebas y solo se les detectan alteraciones en la audición al año o a los dos años, cuando ya vemos las consecuencias de no realizarlas”, sostiene la doctora.
Según un estudio realizado en el 2022, al menos 9.300 niños de 0 a 4 años tendrían una pérdida auditiva discapacitante, de los cuales no más de un 10% estaría recibiendo un tratamiento adecuado. De ahí la enorme importancia de realizar estas pruebas.
Acorde con Troncoso, con el tamizaje auditivo “podemos ayudar a evitar una alteración audiológica y permitirle a los recién nacidos tener un mejor contacto con el medio ambiente y un mejor control emocional. Esto le va a permitir un desarrollo adecuado cuando el bebé tenga uno, dos y tres años, una mejor socialización y un mejor desempeño escolar”.
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Silvia Carolina Vanegas, fonoaudióloga de la Clínica Universitaria de Colombia, comenta que esta prueba es de corta duración y que debe ser solicitada por los padres: “Es una prueba que no duele, es una prueba que es muy corta, aproximadamente dura 15 minutos y es una prueba que debe ser solicitada por los padres directamente a sus médicos, a los pediatras, para valorar esa función auditiva”.
Estar atentos a la salud auditiva de los niños es un trabajo de todos. Los padres de familia y cuidadores deben mantenerse informados y no deben subestimar ciertas señales que podrían estar indicando una falencia en el sentido del oído de los más pequeños.
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Para Vanegas, dentro de los síntomas más destacables se encuentra la capacidad de los niños para dormir en ambientes ruidosos, entre otras cosas: “Aquellos niños que no se sobresaltan con ruidos fuertes, que no se calman con las voces familiares o que duermen en ambientes que son muy ruidosos, son signos que pueden llamar la atención a los padres y estos deben ser comunicados a los médicos”.
Por otro lado, asociaciones científicas colombianas han solicitado al Ministerio de Salud la inclusión de estas pruebas en la agenda de salud de los niños, para que el tamizaje auditivo neonatal universal sea una realidad en el país.