La vacuna COVID-19, que se empezó a aplicar esta semana en Colombia, llegó a complementar las demás medidas de protección, no a reemplazarlas. Por eso, quien se vacuna no debe bajar la guardia.
“Es necesario que mantenga este autocuidado, porque, de lo contrario, podría ocurrir que sea un vector, un vehículo, y pueda llevar el virus hacia la otra persona. Aunque no se contagie por estar vacunado, sí podría contagiar a otras personas”, señala Christian Pallares, médico epidemiólogo.
Por eso, anota, se debe “seguir protegiendo a la población vulnerable con las medidas de autocuidado”. Además, el efecto del inmunizante no es instantáneo.
“Los esquemas de vacunación que están circulando en nuestro país son de dos dosis. Solamente después de haber completado la segunda dosis, y después de que hayan pasado más o menos de 7 a 10 días de esa segunda dosis, vamos a tener esa inmunidad superior al 90%”, afirma.
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Esto significa, según el especialista, que aunque la persona haya sido vacunada “inmediatamente no va a desarrollar la inmunidad”. La doctora Fernanda Hernández, de Noticias Caracol, lo explica de la siguiente manera:
“Ejemplo: el que se vacuna hoy 19 de febrero, con el esquema establecido, va a tener protección completa en 5 semanas, finales de marzo, casi mes y medio”.
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Por lo tanto, recibir esa primera dosis del inmunizante es sin duda un gran paso, pero no el último.
“Ya tenemos en nuestro país las vacunas. La vacunación es una herramienta fundamental para disminuir la velocidad de contagio en la población, pero no es el final. La pandemia no se ha acabado, es importante continuar con las medidas de autocuidado”, insiste.
¿Qué tan rápido las personas podrán retomar esas actividades y momentos que tienen en pausa? Esto depende en gran parte de lo pronta y masiva que sea la vacunación contra el coronavirus COVID-19. Por supuesto, cada vacunado podría empezar a evaluar escenarios muy particulares.
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“Dos personas que tengan un esquema completo (de vacunación) y que sean juiciosas con el autocuidado podrían eventualmente abrazarse. Ahora, si es el caso de una persona con el esquema completo y una que ya haya sido infectada y esta está en los primeros tres meses después de esa primera infección, en teoría, tendría inmunidad suficiente para protegerse”, indica.
Por lo tanto, no se puede bajar la guardia y tampoco olvidar a los más vulnerables. Ellos son los próximos a ser vacunados y, si se quiere garantizar que llegue el día de volver a los abrazos, se debe mantener la distancia física, el uso del tapabocas, el lavado de manos, los espacios ventilados y evitar aglomeraciones.
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