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Se ha dado a conocer la historia de Alexandr Vólchek, un médico ginecólogo ruso que ya cuenta con cinco microchips en su cuerpo, todos ellos en sus manos. Los dispositivos implantados le sirven para abrir puertas, pagar el transporte e, incluso, como tarjeta de crédito.
Uno de los primeros microchips que Vólchek puso en su cuerpo fue para tener rápido acceso a una estación de esquí.
Cada uno de los artefactos mide 2 x 12 milímetros. Dos de estos se encuentran en su mano derecha y los tres restantes están distribuidos en la mano izquierda.
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La razón por la que Vólchek decidió implantarse microchips, explica, fue para hacer su vida “más fácil”, pues no debe preocuparse por tarjetas o llaves, ya que todo lo lleva en sus manos.
Él mismo, confesó, se ha implantado los microchips por medio de una jeringa con un inyector grueso.
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A pesar de la gran controversia que genera el hecho de modificar su cuerpo, los familiares del médico apoyan su idea.
También la esposa de Vólchek decidió implantar un chip en su cuerpo luego de perder constantemente sus llaves.
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