La caída de las redes sociales más usadas en el mundo despertó incertidumbre entre millones de usuarios que las utilizan a diario. Además, puso sobre la mesa la discusión sobre qué tanto dependen las personas de esas plataformas digitales para comunicarse o pasar los ratos de ocio.
Lo que ocurrió en la jornada del 4 de octubre de 2021 fue denominado un Apocalipsis virtual, pues por más de 7 horas WhatsApp, Facebook e Instagram dejaron de funcionar.
Aunque para algunos fue un pequeño respiro, para otros fue una eternidad.
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“No siempre hay que estar pegado de un teléfono, eso fue estar un poco en paz con uno mismo. Fue, al principio, muy relajante”, indicó una ciudadana.
“Nos vimos afectados, tuvimos que apoyarnos en otras plataformas. El impacto fue muy fuerte”, manifestó un usuario.
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¿Qué dicen los expertos?
Andrés Gutiérrez, psicólogo clínico, habló de las sensaciones que algunas personas experimentaron con la caída de las redes sociales.
“Refiere al miedo a perderse las actualizaciones, miedo a no estar con esa información, que es irrelevante, pero ellos la necesitan para poder tener su día a día. Se incrementaron los niveles de ansiedad y estrés”, manifestó el experto.
Además, Gutiérrez hizo referencia a lo adictivas que a veces son las redes sociales.
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“Pueden llegar a ser mucho más adictivas que el cigarrillo y el alcohol si el manejo no es el adecuado, si no tengo una buena administración de emociones y si invierto mucho tiempo y esfuerzo en internet”, agregó.
El 94% de las personas en el mundo cuentan con internet, que es una herramienta valiosa para realizar actividades laborales, académicas y hasta de ocio.
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Es importante tener un plan B para cuando una red social falle y saber qué hacer en esa situación: “Se debe contar con un horario de actividades para depurar información, enfocarse en un proyecto de vida sano y adecuado para que las adicciones o dependencias pasen a un segundo plano”.