Los computadores portátiles son dispositivos que ofrecen la ventaja de trabajar o entretenerse en cualquier lugar sin depender de una toma de corriente. Sin embargo, muchas personas los usan como si fueran equipos de escritorio y los mantienen conectados siempre.
¿Es malo tener conectado el portátil siempre?
Para responder a estas preguntas, es necesario entender cómo funcionan las pilas actuales de estos equipos, que suelen ser de iones de litio o de polímero de litio. Estas baterías tienen un número limitado de ciclos que indican la cantidad de veces que se puede cargar y descargar completamente la misma.
Cada vez que se realiza un ciclo completo, la capacidad de la batería se reduce ligeramente hasta que llega un punto en el que no puede almacenar más energía y hay que reemplazarla.
Sin embargo, esto no significa que sea mejor mantener la pila siempre al 100% de carga conectada a la corriente. De hecho, esto puede ser contraproducente, debido a que las baterías de litio sufren un fenómeno llamado estrés térmico, que consiste en que se degradan más rápidamente cuando están expuestas a altas temperaturas o a altos niveles de carga.
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Por lo tanto, lo ideal es mantener la batería entre el 40% y el 80% de carga, evitando los extremos del 0% y el 100%, según expertos.
No obstante, algunos fabricantes de portátiles son conscientes de este problema y han incorporado sistemas de protección que evitan que la batería siga cargando cuando llega al 100%, desviando la corriente directamente al equipo.
De esta forma, se reduce el riesgo de sobrecarga y de sobrecalentamiento de la pila. Además, algunos portátiles cuentan con opciones de software que permiten limitar el nivel máximo de carga de la batería, por ejemplo, al 80% o al 60%, para aumentar su vida útil.
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