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Sumapaz: así es vivir en la localidad de Bogotá que tiene el páramo más grande del mundo

Aunque parece estar lejos de la capital, Sumapaz es la única localidad rural de Bogotá. Visitamos sus entrañas y hablamos con su gente. Informe especial.

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El viaje hacia las entrañas de Sumapaz comienza con nacimientos de agua cristalina, vacas, campesinos y camiones recolectores de leche. Si bien es una localidad de Bogotá, es inevitable sentir lo aislada que está de la capital. Allí solo pasa una ruta de transporte muy temprano para llevarlos a la zona urbana y otra en la noche para regresarlos.

Y es que llegar a la vereda más cercana representa al menos 3 horas. Antes de llegar a hablar con su gente y de superar la niebla en la carretera, el recorrido recuerda que en Sumapaz está el páramo más grande del mundo. Con una extensión de más de 300 mil hectáreas, sus imponentes lagunas son el hogar de diversas especies de flora y fauna.

Juan Javier Romero, un orgulloso sumapazeño, a sus 16 años se fue a Bogotá a estudiar Ingeniería Sanitaria con un propósito claro: regresar.

"Lo que me ha enseñado la vida es que uno tiene que aportarle a su territorio, aquí está el futuro, es un conocimiento que vale... Ya vemos que el campo está envejecido y las ciudades con muchos jóvenes desempleados", comenta.

A diferencia de lo que tuvo que vivir Juan Javier, desde hace 4 años para muchos jóvenes no es necesario irse de Sumapaz, pues allí tienen la opción de empezar una carrera universitaria. Una iniciativa que buscaron por mucho tiempo, porque reconocen que buscar desarrollo en la capital no es fácil.

"Es como si se le mandara a la guerra, un cambio de la ruralidad a la urbanidad, es muy compleja. Uno tiene que estar atento o pago arriendo, o pago transporte o qué voy a comer, el joven se ve obligado por las oportunidades", dice Elkin Giovanni Romero, habitante de Sumapaz.

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Además de la agricultura y la ganadería, tener educación en Sumapaz hace parte de su economía. Venden almuerzos, arriendan habitaciones, venden productos y servicios para mantenerse.

"Cambiaron muchísimo porque le dio más vida a este pueblo, generó más empleo y el orgullo de ver a nuestros muchachos campesinos estar estudiando en la universidad. Aquí hay 8 carreras, la mayoría son ambientales", cuenta Pedro Alirio Rincón, líder de la vereda Nazaret.

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La historia de Sumapaz es la de una localidad que ha luchado por no ser olvidada, una zona rural que se aferra a su territorio y que busca en la educación una opción para el futuro. Un territorio que en su aislamiento esconde la belleza de sus paisajes y la fuerza de su gente.

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