El Ejército denunció que a los cuatros militares asesinados
en la vereda La Pradera, en Sardinata, Norte de Santander, los remataron con tiros de gracia.
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Señaló, además, al frente 33 de las disidencias de las FARC como responsables de la masacre.
Los uniformados asesinados fueron identificados como el cabo segundo Helmer Mauricio Ortiz Flórez y los soldados Óscar Eduardo Mendoza Ávila, Vicente Antonio Medrano Mejía y William Felipe Melchor Galindo.
Habían llegado a la zona del Catatumbo desde hacía varios meses, procedentes del batallón La Popa de Valledupar para apoyar la erradicación de cultivos ilícitos.
Otro uniformado, identificado como Fabián Andrés Bejarano, resultó gravemente herido y fue trasladado al hospital de Cúcuta.
Según el general Marcos Pinto Lizarazo, comandante de la segunda división del Ejército, se descubrió que los militares “tienen tiros de gracia, un hecho que es una violación flagrante al Derecho Internacional Humanitario y que denunciaremos ante las autoridades competentes”.
Jorge Solano, defensor de derechos humanos, hizo un llamado a los actores del conflicto para “que paren inmediatamente este derramamiento de sangre que solo deja dolor, tristeza y luto a cinco hogares colombianos”.
Los cuerpos de los cuatro uniformados permanecen en Medicina Legal de Cúcuta y serán entregados a sus familiares con honores militares en las próximas horas.
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