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Alcalde de Tibú despacha desde el exilio ante amenazas: “Se me arruga el corazoncito y el alma”

Nelson Leal López, alcalde de Tibú, tiene su oficina en Cúcuta. Lamenta que "nos estamos devolviendo a tiempos pasados donde vivíamos zozobra, miedo, desplazamiento y reclutamiento. Esas afectaciones no pueden seguir pasando".

Alcalde de Tibú despacha desde el exilio ante amenazas: “Se me arruga el corazoncito y el alma”

Nelson Leal López es el alcalde de Tibú, Norte de Santander. Hasta hace 4 meses, caminaba por las calles de su pueblo, pero hombres armados lo pararon cuando iba con su familia y le dijeron que se tenía que ir. “Lo más normal es que las comunidades tengan a su alcalde allá, pero realmente la inseguridad que hoy se vive en el municipio no hace viable que yo esté en el territorio. Tibú necesita un alcalde vivo, no un alcalde muerto”, manifiesta.

Gracias a un decreto del gobernador de Norte de Santander, Nelson Leal puede despachar desde una oficina en Cúcuta. Hasta allí le llegó el video que estremeció al país, cuando el ELN voló una patrulla con explosivos a la salida de su municipio.

El mandatario cree que “estamos retrocediendo, no estamos avanzando. Nos estamos devolviendo a tiempos pasados donde vivíamos zozobra, de miedo, desplazamiento, de reclutamiento y esas afectaciones no pueden seguir pasando".

En la última semana recibió la foto del policía que asesinó un francotirador. “Terrible y lamentable, porque también son hijos de campesinos y todas estas situaciones de la vida a manos de la violencia no tienen explicación", manifestó sobre el hecho.

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Y el miércoles de esta semana, cuando contaba las horas para el inicio de la tregua anunciada por el ELN, se le metieron al Banco de los Campesinos. Se llevaron 35 millones y le pusieron una bandera del Ejército de Liberación Nacional en la asta de la alcaldía.

Al consultarle por las cosas bellas de Tibú en sus 2.700 kilómetros cuadrados y su esperanza de volver, el rostro se le llena de nostalgia: “Se me arruga el corazoncito y el alma porque ya son 50 años de vida, y salir de esta forma no es lo mejor, quería obviamente vivir y morir en un territorio por la vejez, pero veo que se ve realmente involucrada mi integridad”.

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Al ver imágenes de mujeres barriendo el parque de Tibú por una sanción de la guerrilla acepta que la autoridad la ejercen con fusil: "Es una cachetada fuerte no solamente a la fuerza pública, sino a mí, porque soy el mandatario local. Tenemos que tener el control de todo lo que pasa en nuestro municipio y ser nosotros los que les demos soluciones a las problemáticas que estamos viviendo en Tibú".

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