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El dolor de perder a un hijo es inconmensurable, pero para Diana Carolina García, madre de Harold Aroca García, ese dolor se tornó aún más insoportable cuando, en medio del dolor de ver a su hijo asesinado, tuvo que enfrentar cara a cara a quienes, ella cree, fueron sus verdugos. “Ellos saben que la embarraron y que van a pagar la muerte de mi hijo”, relató con voz quebrada en entrevista con el podcast *Relatos al límite, de Blu Radio*.
Harold tenía apenas 16 años. Su cuerpo fue hallado el 10 de agosto de 2025 en el barrio Los Laches, centro de Bogotá, tras cinco días de angustiosa búsqueda. La desaparición ocurrió el 5 de agosto y Diana se enteró al día siguiente por una llamada de la tía del joven y un video que mostraba sus últimos momentos. “Cinco jóvenes, uno de ellos tiene sujetado de la sudadera roja que viste Harold ese día y lo increpan, le hacen unos reclamos a Harold, al parecer, uno de ellos en el video tiene arma de fuego”, describió.
Desde Cali, Diana emprendió un viaje desesperado a Bogotá. Al llegar, recibió una llamada que parecía un intento de rescate: le exigían 500.000 pesos por la liberación de su hijo. Aunque no pagó, logró identificar a los supuestos captores. “Ellas identifican a los tipos y dicen ‘Son de los ranchos’”. Según Diana, “Los Ranchos” es una estructura criminal del barrio Los Laches, vinculada al tráfico de drogas.+
El presunto móvil del crimen es tan absurdo como aterrador. El 3 de agosto, un joven llamado Diego, señalado miembro de Los Ranchos, fue asesinado. Al día siguiente, Harold comentó en el colegio: “Yo sé quién lo mató o quiénes lo mataron”. Diana cree que ese comentario fue su sentencia. “Había un chico que es familia de ellos en el salón de Harold”, explicó. Rechaza con firmeza la versión policial que vincula a su hijo con el narcotráfico: “No, no, no, y eso siempre se lo he discutido al policía y se lo dije no me ayudaron a investigar”.
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Harold era un joven lleno de sueños. “Un espectacular ser humano, un niño con muchos sueños, soñaba con ser futbolista, pero también quería pertenecer a la Marina”, recordó su madre. “Muy respetuoso, tierno, amable, servicio, excelentes notas”.
La búsqueda fue marcada por la desesperación y la indiferencia de las autoridades, según Diana. Dijo que un mensaje anónimo en redes sociales decía “búsquelo por el bosque”, pero un policía del CAI desestimó la pista. El uniformado dijo que, “si mi hijo estuviera allá, ya las aves de rapiña hubieran dado indicaciones”, mencionó Diana. Ignorando esa respuesta, la mamá de Harold y sus familiares decidieron buscar por su cuenta. El 10 de agosto, encontraron el cuerpo del menor. “A mi hijo me lo me lo iban a desaparecer. Donde esos hombres no se hubieran metido y hubieran empezado a escarbar a escarbar bien no hubiéramos encontrado el cuerpo de mi hijo. Estaba tapado en muchas ramas”.
Además, la mujer señaló que Harold dejó un rastro peculiar y eso habría ayudado con su búsqueda: “Mi hijo nos nos dejó moneditas por todo el campo”.
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Por otra parte, Medicina Legal halló una nota en el cuerpo del menor asesinado que decía “Jajaja. Esto le pasa por sapo”.
Diana afirmó que su hijo fue torturado. “Lo que yo vi mi hijo fue torturado... muchos golpes, el cuello más que todo, muchas, muchas, las manos como amarrado, los pies golpeados”.
Criticó, además, la actitud de la Policía en el lugar del hallazgo: “Llegaron con celular en mano a grabarme en el cuerpo de mi hijo”, incluso pisando el cuerpo del menor.
Pero el momento más desgarrador llegó cuando Diana y su familia, cuando encontraron a Harold, los asesinos estuvieron allí, dijo ella, mirándola. “Ellos saben que la embarraron y que van a pagar la muerte de mi hijo porque yo se los juré a ellos cuando me estaban mirando, porque ellos se fueron a mirarme y por eso es que yo me salgo de los chiros ese día. Allá estuvieron y la mamá del chico que asesinaron el domingo hizo un comentario maluco y una amiga se lo contestó. Ellos estuvieron allá, yo les grité algo, la Policía me trató super mal ese día, me llamaron el Esmad (UNDMO) y me lo pusieron ahí al pie”.
A pesar del miedo, Diana aseguró que se mantiene firme: “Voy lenta pero segura y que ellos van a pagar lo que hicieron”. No busca venganza, sino justicia. “La justicia que me da el Estado”, exigió, y pidió que se les impute “desaparición forzada”.
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CAMILO ROJAS, PERIODISTA NOTICIAS CARACOL
X: RojasCamo
Correo: wcrojasb@caracoltv.com.co
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