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A las 7:10 de la mañana de este lunes 10 de noviembre, Ricardo Rafael González Castro, de 22 años, se presentó voluntariamente en la URI de la Fiscalía del barrio Canapote, en Cartagena. Su entrega se dio tres días después de que el Juzgado 57 Penal Municipal con función de control de garantías de Bogotá emitiera una orden de captura en su contra por el asesinato de Jaime Esteban Moreno, estudiante de la Universidad de los Andes, quien falleció el pasado viernes 31 de octubre tras una brutal golpiza en la que habría participado González Castro en compañía de otro hombre identificado como Juan Carlos Suárez Ortiz, quien ya fue imputado por la Fiscalía General de la Nación.
Durante once días la ubicación del segundo implicado en la agresión fue desconocida y las autoridades hablaban de una posible fuga. Entre las opciones se indicó que, según datos del Cuerpo Técnico de Investigación de la Fiscalía, el ahora procesado estaría preparando un viaje para su lugar de origen en Cartagena, donde vive su familia. Por su parte, el abogado de la familia de la víctima, Camilo Rincón, presentó en su momento, en entrevista con Noticias Caracol, que otra de las posibilidades podría ser que planeara salir del país. “Está dentro de las probabilidades por supuesto que sí, pero confiamos en la diligencia de la institucionalidad, especialmente de la Fiscalía General de la Nación y de la Policía Nacional”, afirmó.
Pese a esta hipótesis, la entidad de investigación y acusación confirmó que este 10 de noviembre el señalado llegó a la seccional de Cartagena y se informó que servidores del CTI hicieron efectiva la orden contra el hombre que estaría implicado en la agresión y posterior muerte del estudiante universitario el pasado 31 de octubre en la localidad de Chapinero, en la capital. Conforme con el ente, el sospechoso se presentó en las instalaciones de la Unidad de Respuesta Inmediata “para atender el requerimiento judicial en su contra”.
Así también lo confirmó la abogada del joven, Marcela López, con quien arribó al punto. En entrevista con Noticias Caracol, la apoderada indicó: "Ya tiene materializada su captura, ya le leyeron sus derechos en presencia de la defensa y del Ministerio Público”. Se precisó que, con esa diligencia, la Fiscalía hizo efectiva la orden judicial emitida el 7 de noviembre y avanzó con la legalización del procedimiento de captura.
Previo a su entrega, el paradero de González había sido una incógnita para las autoridades, mientras su imagen se difundía ampliamente en los medios del país tras ser identificado como uno de los hombres que presuntamente participó en la agresión. El último video conocido del señalado en Bogotá, revelado por Noticias Caracol, lo mostró 30 horas después del ataque y 14 horas más tarde de la confirmación de la muerte del estudiante de 20 años.
Las grabaciones, tomadas el 1 de noviembre hacia las 9:38 de la mañana, lo muestran llegando a su lugar de trabajo en San Victorino, en el centro de la capital, donde vendía perros calientes, vistiendo la misma ropa que tenía puesta la noche del hecho. En las imágenes se le ve conversando con otros trabajadores de la zona. Un empleado del sector, que prefirió mantener su identidad reservada, contó a Noticias Caracaol que González le explicó lo ocurrido. “Él llegó como a las 9:30 de la mañana y me comentó que había tenido un problema, pues él tuvo una reacción, se agarró a pelear y tenía raspado el codo y los dedos”, afirmó.
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Según ese testimonio, el joven no sabía en ese momento que la víctima había muerto. “Él estaba inocentemente, pues que sí lo hubiera dejado golpeado, que le había dado una golpiza muy dura, pero no sabía que de pronto el muchacho había fallecido”, relató el testigo, quien señaló que González trabajó hasta el mediodía y luego se retiró del lugar. El metraje lo enseña corriendo por los pasillos del centro comercial donde se ubica el establecimiento. “Nosotros nos damos cuenta ya como a las dos y media o tres de la tarde que el muchacho no está ahí. Yo le pregunté a otro compañero y me dijo que se había ido porque la familia lo había llamado”, añadió el trabajador.
Su fotograma saliendo de las instalaciones habían sido la última imagen del hombre hasta las nuevas fotografías que salieron a la luz dentro de la URI de Canapote. La abogada del joven, Marcela López, aseguró en entrevista con Noticias Caracol que González no estaba huyendo de las autoridades. Según explicó, el traslado a Cartagena obedeció únicamente a motivos familiares. “Tiene su arraigo familiar en esta ciudad. Se ha especulado mucho de que salió huyendo y no. Él vino a donde su núcleo familiar primario: sus hermanos, papá y mamá, a eso vino”, dijo la defensora. Agregó que el propio padre del joven siempre insistió en que su hijo debía presentarse ante las autoridades para aclarar su situación judicial: "El mismo papá desde un principio ha señalado la importancia de presentarse ante la justicia y aclarar la situación. Eso hizo”
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De acuerdo con la información recopilada, González es oriundo de Cartagena y había trabajado como guardia de seguridad antes de emplearse en San Victorino. En esa zona del centro de la capital residía desde hacía algún tiempo, y tras el crimen renunció a su puesto para regresar a su ciudad natal.
Horas después de su entrega, Ricardo González fue judicializado en audiencia por la fiscal Elsa Cristina Reyes. La representante del ente investigador le imputó el delito de homicidio doloso agravado y solicitó una pena de entre 400 y 600 meses de prisión, es decir, de 33 a 50 años. El acusado no aceptó los cargos.
Se debe destacar que González, junto a Juan Carlos Suárez, fue captado en al menos dos videos: uno dentro del club Before +, en Chapinero, durante la fiesta de Halloween, y otro en la vía pública donde ocurrió la agresión. En las grabaciones se observa a ambos corriendo por la calle 64 con carrera 14, segundos antes del ataque.
LAURA NATHALIA QUINTERO.
NOTICIAS CARACOL DIGITAL.