El proyecto, que concreta el acuerdo de principios en el Congreso para fijar un compromiso de gasto y ahorro federal, fue aprobado con una mayoría de demócratas y republicanos, con 359 votos a favor y 67 en contra (64 republicanos y 3 demócratas).
El plan, que ahora debe ser aprobado por el Senado, evita que el Gobierno federal se quede sin autorización para realizar nuevos pagos y recaiga de nuevo en la parálisis de la primera mitad octubre, aunque ya el acuerdo del pasado diciembre alejó esa amenaza.
Las cuentas permiten eliminar 45.000 millones de dólares de los recortes automáticos, en marcha desde marzo del año pasado por la falta de acuerdos entre los congresistas.
La ley detalla los fondos para una docena de áreas presupuestarias (desde agricultura hasta seguridad nacional) y permite que el Pentágono recupere unos 20.000 millones de dólares en fondos, se dote de fondos al programa educativo Head Start, al tiempo que asegura un aumento del 1 por ciento en los salarios de los funcionarios.
Publicidad
Además, sitúa el nivel de gasto para el Gobierno del presidente Barack Obama a nivel similar al de los últimos años de la Administración de George W. Bush en términos nominales.
Republicanos, como el congresista por California Tom McClintock criticaron que, pese a que se ajusta a los niveles de gasto acordados en diciembre entre los dos partidos, "destruye las únicas contenciones significativas que existían al gasto federal".
Publicidad
Legisladores demócratas, como James McGovern, de Massachusetts, criticaron el poco tiempo que han tenido los congresistas para examinar las más de 1.500 páginas del presupuesto, pero recordaron que la alternativa de un nuevo cierre administrativo era mucho peor.
Se espera que el Senado vote la legislación la semana próxima, donde se encontrará con la férrea oposición de senadores como el republicano cercano al "Tea Party" Ted Cruz.