Cayeron dos organizaciones familiares de traficantes de drogas en Bogotá. Una de las bandas la dirigía alias la Mona y alias Muñeca, dos mujeres que se escondían en Manizales. Desde la capital caldense ordenaban torturas, secuestros y asesinatos.
Desde una bodega, una banda torturaba y asesinaba a los enemigos de estas dos peligrosas mujeres.
"Ellas estaban cometiendo unos homicidios a los expendedores por falta de lealtad dentro de la organización", sostuvo la investigadora de la Sijín que le siguió la pista al caso.
Una interceptación evidencia la crueldad de alias la Mona: “La idea es sacarlo de ahí de la bodega y hacer lo que tengamos que hacer fuera de la bodega para que no me caliente la Bodega. En la cuadra me lo bota por allá”.
A otros supuestos adictos, por sospecha de ser policías también los secuestraban, torturaban y asesinaban.
Por este tipo de ejecuciones y la guerra que tenían con bandas delincuenciales de extranjeros en Bogotá, las dos jefes de la banda viajaron a Manizales, como lo comprobó una cámara de Noticias Caracol. En esta ciudad permanecieron escondidas y dirigiendo la red por casi 5 años.
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“Tenían una renta criminal por más de 200 millones de pesos mensuales, tenían también un armero al servicio de ellas, manipulaban las armas traumáticas para convertirlas prácticamente en armas letales con las que cometían la mayoría de homicidios”, señaló la general Sandra Hernández, comandante de la Policía de Bogotá.
Alias Johan, sobrino de alias Muñeca, era el encargado de manejar las redes sociales de la banda criminal. Por ahí vendía drogas a los jóvenes. Casi un año duraron los investigadores siguiendo las huellas de los criminales para capturarlos.
“Logramos capturar a cinco mujeres y seis hombres. La característica especial es que esta estructura era liderada por alias la Mona, prácticamente más de 20 años de actividad criminal”, agregó la general Sandra Hernández.
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A alias la Mona y alias Muñeca también las señalan de ser las encargadas de vender armas de fuego a otra organización llamada Los Camilos, que ya fue desarticulada y sindicada de al menos 107 homicidios en la capital colombiana.