Los habitantes no solo se arriesgan al pasar por otros lados sino que ya empiezan a sufrir malos olores.
"Sentimos como cuando se desploma una pared o como cuando se viene un derrumbe pero no le paramos bolas", señaló un habitante de la zona.
Son las escaleras que comunican a 400 familias en el norte de Bucaramanga.
"No solamente es el poder pasar sino la dificultad que ya empezamos a tener con los malos olores, la cantidad de agua, el pozo se rebosa, además peligran las vidas de nuestros vecinos", señala otra vecina.
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Líderes de la comunidad dieron a conocer este caso a la empresa de servicios públicos. Esta entidad, en un comunicado de prensa, anunció que está atendiendo la situación.