Siguen sin servicio de agua por la emergencia que se presentó tras la instalación de una válvula ilícita en el oleoducto Caño Limón Coveñas.
El derrame de petróleo en el río Tibú tiene en crisis a 30.000 habitantes de este municipio de Norte de Santander, que se quedaron sin agua.
Uno de los sectores afectados es el barrio Santander Parte Baja, donde se completó una semana sin el suministro. Allí, cada dos días, el Ejército llega con un carrotanque para abastecer del líquido a la población.
"El impacto ecológico y social de ese atentado terrorista se evidencia en esta población civil. En este barrio de Tibú, donde se ve la carencia de agua, entra nuestro Ejército a suplir esa necesidad básica”, dice Javier Quiroz, jefe de Estado de la Fuerza de Tarea Vulcano.
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Yasmín rodríguez es una de las personas que ha sufrido las consecuencias de la emergencia ambiental y asegura que no sabe cuánto tiempo más pueda aguantar sin agua, pues sostiene que afronta muchas incomodidades por el desabastecimiento.
"Ahorita, estoy ahorrando, haciendo poco uso del agua, o sea, solo para comer y lo de la lavada de la ropa”, comenta.
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Ante este crudo panorama por el grave derrame de petróleo que contaminó un tramo del río Tibú, 30 hombres de Ecopetrol luchan por limpiar el afluente.
"Dada la situación de parálisis del campo, estamos volviendo a reactivar ese personal, pero normalmente manejamos cuadrillas para atender ese tipo de emergencias", dijo Orlando Mauricio Sánchez, gerente de Operaciones de Ecopetrol Catatumbo.
De acuerdo con la compañía petrolera, se espera que el funcionamiento del acueducto pueda ser restablecido en las próximas horas.
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