Un tribunal de EE. UU. condenó a 27 años de cárcel a Diego Alfonso Navarrete Beltrán, exguerrillero de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), por el secuestro en 2003 de tres estadounidenses que compartieron cautiverio con Íngrid Betancourt.
El juez Royce C. Lamberth, de la Corte del Distrito de Columbia, en Washington, decidió imponer a Navarrete, extraditado a EE. UU. en noviembre de 2014, la pena de 27 años de prisión que pedía para él la Fiscalía al considerarle culpable de los secuestros y del delito de terrorismo por su pertenencia a la guerrilla.
"Ante todo quiero pedir disculpas a los rehenes desde lo más profundo de mi corazón", señaló el acusado, ante los tres estadounidenses (Marc Gonsalves, Thomas Howes y Keith Stansell) que permanecieron en cautiverio durante cinco años y este martes explicaron en el tribunal su dura experiencia.
Los tres estadounidenses, que trabajaban como empleados de una empresa subcontratada por el Pentágono, fueron rescatados en julio de 2008 en una operación especial llevada a cabo por las autoridades colombianas.
Publicidad
En esa operación -conocida como 'Jaque'- también fue puesta en libertad la excandidata presidencial Íngrid Betancourt y once militares colombianos.
El secuestro de los ciudadanos estadounidenses se produjo el 13 de febrero de 2003, después de que el avión en el que viajaban tuviera que aterrizar de forma forzosa en Florencia, en el departamento de Caquetá, en el sur de Colombia.
Publicidad
Según detalló este martes la Fiscalía durante el juicio, en ese momento, los tres norteamericanos viajaban con otro ciudadano estadounidense, Thomas Janis, y el sargento colombiano Luis Alcides Cruz, que fueron asesinados en el lugar del accidente por miembros de las FARC.
Durante los siguientes 1.967 días (5 años y medio), los tres estadounidenses fueron apresados por las FARC y entregados a principios de octubre de 2006 a uno de los frentes del Bloque Sur de la guerrilla, en el que estaba supuestamente integrado Navarrete y que los mantuvo secuestrados hasta su rescate en 2008.
"Eres un cobarde ahora. Pero, eras un gran hombre entonces cuando empuñabas un rifle, ¿verdad? Mansito es ahora la palabra, ¿no?", espetó a Navarrete este martes Keith Stansell, uno de los rehenes que el colombiano mantuvo bajo custodia y que no dejó de señalar al acusado mientras testificaba ante el juez.
"Prometo que lo que nos hiciste no hizo mella en mi humanidad", destacó Stansell, que identificó a Navarrete como "el hombre de los cigarros", que no cesaba de pedir tabaco a los estadounidenses mientras estos permanecían en celdas, dentro de la selva, con cadenas al cuello y sin botas para que no pudieran escapar.
Publicidad
Stansell y los otros dos estadounidenses narraron durante la vista final del juicio algunas de las atrocidades de la guerrilla, que el 23 de septiembre de 2015 llegó con el Gobierno colombiano a un acuerdo, que podría poner fin a más de 50 años de conflicto armado en el país.