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Dos asonadas contra el Ejército Nacional se han reportado en las últimas horas. Una de ellas ocurrió en La Plata, Huila, donde, según la fuerza castrense, 64 militares permanecen secuestrados desde el viernes luego de que por lo menos 500 personas, provenientes de 12 veredas, obligaran a dos pelotones a salir de la zona.
Según las autoridades, los ciudadanos fueron instrumentalizados y amenazados por el grupo organizado residual Hernando González Acosta de las disidencias de las Farc bajo el mando de ‘Iván Mordisco’.
El coronel Henry Herrera Arenas, comandante de la Novena Brigada del Ejército, dijo en Noticias Caracol en vivo que la situación que viven estos 64 militares “es un secuestro, porque impedirle la movilidad a un funcionario público y obligarlo a actuar en contra de su voluntad es un secuestro, aunque hay que aclarar que no hay una violencia física contra el servidor público, sino que es una presencia intimidante y numerosa de esta población civil”.
El oficial indicó que los uniformados están en la vereda El Arrayán y aclaró que “la comunidad no ha intentado violentar a los soldados”, quienes no han pasado necesidades durante este presunto secuestro.
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El Ejército informó que los ciudadanos fueron presionados por integrantes de las disidencias mediante intimidaciones de desplazamiento forzado y asesinatos selectivos, en caso de no acatar las órdenes de asonar a los uniformados, según información de inteligencia.
Tras la asonada, las autoridades adelantaron un consejo extraordinario de seguridad para buscar soluciones a los hostigamientos contra los uniformados. El gobernador del Huila, Rodrigo Villalba Mosquera, recalcó que “el papel de la fuerza pública es hacer presencia donde la necesitan. Esa es una comunidad afectada por la situación de orden público y la fuerza pública debe estar presente, por supuesto”.
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A través de su cuenta de X, el ministro de Defensa, Pedro Sánchez, condenó los hechos y aseguró que impedir el paso de la fuerza pública permite “abre la puerta para que la ilegalidad ingrese a los territorios”.
La Oficina de Derechos Humanos de la ONU en Colombia también rechazó este caso e hizo un llamado “para garantizar los derechos de la población civil”. (Lea también: Civil en Putumayo resultó herido por un soldado: Ejército dice que comunidad amenazó a militares)
Fue reportada en La Macarena, cuando el Ejército capturaba a un cabecilla de la estructura Elver Castro, de las disidencias de alias Calarcá. El objetivo de las autoridades era Oliver Lozano Serna, coordinador logístico del bloque Jorge Suárez Briceño,
Sin embargo, en cuestión de segundos la comunidad campesina rodeó al Ejército y con palos impidió su detención.
Aunque estaba esposado, evadió su responsabilidad un sujeto que tiene un prontuario de más de 12 años por los delitos de reclutamiento ilícito, concierto para delinquir agravado, fabricación, tráfico y porte de armas, entre otros.
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El general Carlos Ernesto Marmolejo, comandante de la Fuerza de Tarea Omega, relató que “en el momento en que se está materializando la captura es asonada la unidad militar y los funcionarios del cuerpo técnico de investigación por campesinos, y entre ellos algunos sujetos que portaban chalecos que pertenecerían a la guardia ambiental campesina”.
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