Cuando los uniformados lo requirieron, hizo uso de sus "habilidades” criminales para emprender la huida en el sur de Bogotá. Pero le fue mal.
Posteriormente, en el sector de Las Lomas, las autoridades lograron detenerlo de una vez por todas y descubrieron su afán por esfumarse.
Al verificar su identidad, descubrieron que estaban frente a un criminal con orden de captura vigente por hurto agravado y calificado con una pena de ocho años de prisión.
Fue entregado a la Fiscalía.
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