Ante la JEP, el general (r) dijo que padeció crueles bromas durante el cautiverio. En una ocasión que tenía tos, guerrilleros le dieron un laxante.
Luis Mendieta, quien estuvo más de 11 años en poder de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), rompió en llanto al narrar todas las barbaridades que sufrió.
“Estar allí encadenado, con una diarrea, y que no me permitieran salir. Muchas veces amanecí como los niños: cagado, orinado, por estos problemas médicos que tuve y ante la total indiferencia de atención médica por parte de las FARC”, narró.
No les bastó con tenerlo encadenado, en la selva y lejos de su familia. Los guerrilleros que lo custodiaban, sin un mínimo de humanidad, se burlaban de las enfermedades del general.
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“Pedí un medicamento para la tos, me dijeron: ‘tómese la cucharada que este, es un jarabe para la tos’. Me dio una diarrea tremenda, lo que me habían dado era un laxante", afirmó.
Un episodio le demostró que los puercos eran más importantes que los secuestrados.
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"A pocos metros colocaron otra jaula donde tenían marranos y, mientras a nosotros nos daban 3 o 5 minutos con agua, que era bombeada con una motobomba, para bañarnos, a los marranos sí les suministraban una, dos y hasta tres horas de agua”, sostuvo.
El exgobernador Alan Jara también se presentó ante la Jurisdicción Especial de Paz. Al igual que el militar, dio detalles del trato al que fueron sometidos e hizo énfasis en que sentían alivio cuando estaban en las jaulas de alambre de púas porque allí los liberaban de las cadenas.
Otros exsecuestrados han contado sus vivencias del conflicto armado ante este tribunal:
“Pidan perdón a las víctimas y no se burlen más”: Luis Eladio Pérez a FARC
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