Iniciativa se hundió porque perjudicaba a poderosos políticos, según Roy Barreras. Una Constituyente podría dar cumplimiento a los acuerdos de La Habana, dijo.
El proyecto fue concebido para darle una mayor apertura a la democracia y cumplir el segundo punto de lo pactado con FARC.
El proyecto era considerado como fundamental dentro del proceso de paz, pero tuvo un entierro de tercera. Según algunos, la reforma se fue desvirtuando a lo largo de sus debates, al punto de aprobar el polémico transfuguismo que permitía a miembros de un partido cambiarse a otro si estaba en desacuerdo con hacer parte de una lista de coalición.
“Les pareció que la reforma no tenía ningún valor porque para ellos no era útil”, declaró Barreras, ponente de la iniciativa.
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Tras el fracaso del proyecto, según Barreras, no quedan alternativas distintas que adelantar una Asamblea Constituyente que le dé cabal cumplimiento a lo acordado con la guerrilla.
El tema del transfuguismo, que era considerado por analistas como una clave de la reforma, pudo ser solventado de cara a las elecciones de 2018 gracias a una tutela que les devolvió a los partidos pequeños la posibilidad de inscribir listas conjuntas para los comicios.
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