Según los investigadores, el bocachico, la cachama blanca, el pez fantasma y el yamú son las especies más afectadas.
Después de 15 años de investigaciones, médicos veterinarios y zootecnistas de la Universidad Nacional, comprobaron que el glifosato, un herbicida que es utilizado contra los cultivos ilícitos y de consumo, está afectando a los peces.
“La célula animal no tiene pared celular sino membrana celular y entonces al haber una exposición a un agente como el glifosato la membrana de la célula animal es mucho más sensible a esos efectos se rompe y viene todo un proceso de muerte celular, que es lo que hemos visto con concentraciones inclusive subletales de glifosato”, explicó Jaime González, profesor facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la Universidad Nacional.
La afectación se ha registrado especialmente en algunos tipos de peces:
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“El bocachico, la especie insignia y el yamú resultaron ser muy sensibles, fueron especies que con los experimentos con 5 partes por millón morían en un período inferior a las 96 horas de exposición”, aseguró González.
El Gobierno, sin embargo, recientemente insistió en sus razones para volver a utilizar este herbicida en la lucha contra los cultivos de coca.
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“La aspersión aérea se va a retomar. Como ustedes saben haber suspendido la aspersión aérea fue un gravísimo error político que condujo a que después de haber bajado de una manera sustancial las áreas de cultivos ilícitos a 46.000 hectáreas, se volvieran a elevar otra vez al nivel de 200.000, llegando a números que no se habían registrado antes”, señaló el ministro de Defensa, Carlos Holmes Trujillo.
“La historia demuestra, en el caso de Colombia, que en más de 35 años la aplicación de glifosato para erradicar cultivos ilícitos no ha sido exitosa ni cuando más se ha aplicado ni cuando menos se ha aplicado. Es un problema muy complejo para considerarlo que la única solución es solamente a través de la aplicación de un agente químico”, manifestó el docente universitario.
Los investigadores de la Universidad Nacional aseguraron que el glifosato también está afectando al pez capitán, un bagre de agua fría, que todavía habita en el río Bogotá.
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