Esta es una historia que evidencia que las segundas oportunidades existen. Julián Rojas, con 39 años de edad, dice que hace rato pagó por sus errores y aprendió de ellos. Fue policía y estuvo en la cárcel 5 años. Pese a que hoy se arrepiente de lo cometido, sabe que no puede borrar el pasado y por eso, estando en libertad, ayuda a que otros no hagan lo mismo.
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“Uno en ese momento es el ejemplo de la ciudadanía, ser policía puede ser un orgullo para la familia y para uno. Creo que en ese instante, cuando llega esa realidad, se me derrumba el mundo por total. Independiente del error que cometí y soy consciente que tuve un error como humano”, contó.
Visita cárceles y estaciones de policía en diferentes partes de Antioquia. Su idea es que las personas que están allí se den cuenta de que la vida da segundas oportunidades.
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“He ido a las estaciones de policía donde hay muchos privados de la libertad, he ido a La Minorista, he ido a Marinilla, he ido desde Caucasia, Santa Rosa, Puerto Triunfo”, afirmó.
“Esto fue una oportunidad para darnos otra visión de nuestras vidas y me parece una labor muy linda que es lo que él hace que es ayudar y volver a esos lugares donde nadie quiere ir, porque para nosotros como familia es muy difícil ir a una cárcel”, añadió por su parte Mónica López, esposa de Julián.
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En su labor ha llevado artistas a los centros penitenciarios para subirles los ánimos a los privados de la libertad.
“He estado con muchos artistas como Rana de Zona Prieta, artistas del género urbano de la ciudad, han estado con jugadores profesionales, Giovanni Casciani, Lewis Ochoa, César Valoyes, Gerardo Valle, muchos jugadores que dan esa gran bendición”, señaló.
El expolicía solo quiere ayudar
Aunque estuvo en una cárcel, hoy solo le importa que es un ser humano diferente y que da ejemplo.
“Creo que lo que yo viví fue una experiencia más en mi vida y me está colocando más fuerte, estoy con mucha ansiedad de quererme comer al mundo, pero ayudándolo, no haciéndole mal”, anotó.
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Ahora la mayor seguridad de Julián es que todos pueden cambiar para bien. En su caso, está ayudando a otros para que hagan las cosas correctamente, algo que vale la pena y no pone a la gente tras las rejas.
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