En Caquetá no paran los sangrientos combates entre el Estado Mayor Central y la Segunda Marquetalia. El Gobierno del departamento advierte que la población civil está en medio del fuego entre las dos bandas y que las Fuerzas Militares están maniatadas en la zona.
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Los campesinos viven asustados en San José del Fragua, en el Caquetá. Una familia tuvo que bajarse del carro y correr a refugiarse entre el monte para evitar ser víctimas de las balas en medio de los combates.
“Nuevamente hacemos el llamado al Gobierno nacional. Ya hay civiles heridos por el control territorial que pretenden tener estas dos estructuras. Lo que pasó en San José del Fragua es una crónica de una muerte anunciada”, sostuvo Luis Francisco Ruiz, gobernador del Caquetá.
La población lleva tres días de terror, de intensos combates, y 11 cuerpos de jóvenes integrantes de las disidencias reclutados de las mismas familias campesinas fueron recuperados por el Ejército tras una sangrienta guerra casada entre la Segunda Marquetalia y el Estado Mayor Central.
El gobernador de este departamento insiste en un llamado al Estado: “Le pedimos y le rogamos al Gobierno nacional que le dé las herramientas a nuestro Ejército Nacional, a nuestras Fuerzas Militares, para que retomen el control territorial de nuestro departamento. Hemos hecho un llamado con la fe y la esperanza perdida de que se suspenda el cese al fuego en nuestro departamento para que esta tranquilidad que habíamos tomado hace unos años vuelva a estar en las familias del departamento del Caquetá”.
El general Miller Nossa, comandante de la Sexta División del Ejército, aseguró que sus tropas no están maniatadas: “No hay ninguna situación en la que debamos esperar porque es el mismo orden constitucional el que nos obliga y de inmediato se movieron tropas de unos sectores hacia esa vereda, en ese planeamiento operacional y allá en aproximadamente 12 o 14 horas ya estábamos sobre el área”.
El Ejército, en las labores de inspección para el levantamiento de los cadáveres, encontró varios explosivos instalados a pocos metros de los cuerpos.
Por ahora, 14 menores de edad han sido recuperados de las filas de estos grupos ilegales en Caquetá durante el 2024 y han destruido más de 1.400 explosivos.
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