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Fiscalía investiga a uniformados del Ejército que estarían involucrados en robo de armamento

Las municiones y fusiles robados al Ejército fueron utilizados en diferentes atentados hacia la misma fuerza pública por parte de grupos armados ilegales.

Varios uniformados del Ejército Nacional, de diferentes unidades del país, están siendo investigados por la Fiscalía. Los militares estarían involucrados en el robo de armamento a su misma institución.

Lo peor de todo es que esas municiones y fusiles robados fueron usados por grupos ilegales para atacar a la misma fuerza pública.

(Lea también: Las revelaciones de la agenda de Zeus: habla de alianzas entre narcotraficantes y paras )

Entre diciembre de 2023 y noviembre de 2024, tres ataques perpetrados por delincuentes tuvieron múltiples coincidencias que sorprendieron a la Fiscalía.

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En Popayán, el 7 de junio de 2024, las disidencias atacan el comando de Policía. Nuevamente en Popayán, 3 de noviembre de 2024, las disidencias fallan en un intento contra el cantón militar. El 18 de diciembre de 2023, en el peaje Pipiral, en la vía Bogotá-Villavicencio, destruyen el lugar con explosivos.

En los tres lugares, la Fiscalía encontró que los atacantes usaron armamento del Ejército.

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“Resulta inadmisible, como tuvimos oportunidad de conocerlo recientemente, que integrantes de las Fuerzas Militares estén en tráfico de municiones; entregándole al enemigo las armas con las que matan a sus propios compañeros, y esta es una declaración enfática: hay que tomar las medidas más drásticas contra estos que contribuyen con los asesinos”, dijo Iván Velásquez, ministro de Defensa Nacional.

Pero no solo trafican las armas del Ejército que terminan asesinando a sus compañeros, sino que las reemplazan con inservibles para que los inventarios de los batallones no se alteren, lo que provoca otro riesgo de vida para los soldados, como lo dejó en claro en una audiencia, uno de los fiscales que investiga el tráfico de armas.

“Señor juez, es que si este conflicto no se acaba en este país, es porque tenemos, posiblemente, a un Ejército combatiendo con chatarra y a unos grupos armas combatiendo con partes originales de fusiles y ametralladoras”, señaló en audiencia un fiscal especializado.

Un integrante de un grupo ilegal capturado le relató a la Fiscalía la forma como, según él, operan los militares para traficar las armas.

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“Con otros elementos de prueba, vamos a demostrar su señoría que se trata de más de 50 personas que integran este grupo de delincuencia organizada”, confesó el exintegrante del grupo ilegal.

En una declaración juramentada, un cabecilla de un grupo armado aseguró: “Yo recibía más que todo repuestos de fusil Galil, como las culatas, guardamanos, tapacubiertas, varillas guías, desconectores, que son los que le dan al automático la cadencia de tiro, tubos de gas, pistones de gas, apaga llamas, selectores de fuego izquierdo y derecho, correderas, bloques de cierre. También sacaba material en partes de los depósitos de armas decomisadas que quedan dentro de los mismos batallones, porque como todos los que trabajamos con repuestos de armamentos, sabemos que esa es la cajita menor de todos los que trabajan en este tipo de depósitos, tanto así que a veces me llegaban ofreciendo 200, 400 y 500 granadas de 40 milímetros”.

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¿Cuáles son, según la Fiscalía, los lugares donde hay más robo de armas del Ejército?

  • Fuerte Militar de Tolemaida, en Cundinamarca.
  • Fuerte Militar Larandia, en Caquetá.
  • Batallón de Infantería Aerotransportado No. 20 "General Serviez" de Villavicencio, Meta.
  • Almacenes de Indumil de Caquetá y Soacha.

También, según la Fiscalía, lo que más se hurta son fusiles Galil, ametralladoras M60, granada IMC de 81 milímetros y de 40 milímetros, y munición de calibres 1.62, 5.56 y 7.62.

“Esto, señor juez, es un problema estructural dentro del Ejército Nacional. El Ejército Nacional se volvió el gran contrabandista, el gran traficante de armas en este país. Es algo muy lógico, si quienes tienen el monopolio de las armas en el país son las Fuerzas Militares, pues los grupos armados que necesitan armas, ¿a dónde van?, pues a quien tiene el monopolio. Como lo dice este declarante, van a los batallones, a los almacenes de depósito de armas decomisadas, a los carros talleres o a Indumil”, complementó el fiscal especializado.

Las armas del Ejército han terminado en poder de las disidencias, el ELN y el Clan del Golfo, principalmente en los departamentos de Cauca y Meta, y en el Catatumbo.

Durante 2024, más de 100 militares han sido vinculados a 25 investigaciones de la Fiscalía por este delito.

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