
Orlando Canro y su esposa retornaron desde San Andrés a Bogotá en la noche de este martes 15 de julio, acompañados por los cuerpos de su hija Viviana, su yerno Tito Nelson Martínez y su pequeño nieto Kevin. Desde el pasado viernes es poco lo que duermen. El paraíso de la isla se convirtió en una tragedia de la cual no hallan respuestas.
Ese día, 11 de julio, Orlando fue a despertar a sus seres queridos, con dos tintos en sus manos, para comenzar un nuevo día de vacaciones en la isla, a donde Viviana -estilista de profesión- los invitó para celebrarles el día tanto del padre como de la madre. El hombre, en diálogo con Noticias Caracol, contó que golpeó varias veces a la puerta de la habitación 404 del hotel Portobelo, donde se hospedaban sus familiares.
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Minutos después, al irrumpir en la habitación, Orlando y su esposa hallaron lo que consideraron “una escena macabra”. “No me abren nunca. Fui a la recepción para que me prestaran unas llaves, me la prestaron y cuando abrí, vi una escena macabra. Ver a mi niña tiradita en el piso y a mis dos hombres en la camita durmiendo. Mi bebé estaba durmiendo como encogido, así le gustaba”, contó.
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Desde ese momento, la familia Canro ha estado sumida en una nube de tristeza y nostalgia: “¿Qué fue lo que pasó?”. Por eso, desde que llegó a Bogotá, Orlando carga consigo una bolsa de basura en la cual lleva algunos de los objetos personales que recogió de la habitación 404 donde fueron hallados los cuerpos de sus familiares.
En un comunicado de varios puntos, el hotel Portobelo informó que una semana antes de los decesos se adelantó una fumigación en las instalaciones. “Solicitamos y coordinamos la llegada de la Fiscalía, la Policía, el Cuerpo de Bomberos y demás autoridades nacionales y departamentales. Activamos el plan de asistencia al viajero para apoyar las diligencias necesarias en el traslado a su lugar de origen”, informaron desde la empresa hotelera.
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Sobre las fumigaciones, Orlando dijo que nunca les informaron que en la habitación se había realizado ese procedimiento. Y, de hecho, la familia se quejó por el mal estado de la habitación que les entregaron, por eso pidieron que los cambiaran. A esta solicitud, desde el Portobelo señalaron que hicieron la revisión del historial de la huésped, “en donde consta que pidió el cambio de habitación por humedad, solicitud que no pudo ser atendida de inmediato por alta ocupación. Hemos estado en total disposición de las autoridades, actuando con absoluto compromiso y responsabilidad en cada etapa del proceso”.
Lo que hay en la bolsa
Una de las hipótesis que investigan las autoridades es una posible intoxicación. Incluso, según los familiares en diálogo con Noticias Caracol, sus seres queridos habían tenido episodios de vómito, deshidratación y malestar antes de ser hallados muertos.
Luego de hallar la dolorosa escena de sus familiares, Orlando entró en shock y, posteriormente, le entregaron las pertenencias de su hija, yerno y nieto en una bolsa que él dice que es su “única evidencia” de qué había en la habitación 404, sobre la cual describió que cuando llegaron estaba sucia, sin toallas ni papel higiénico.
“Tengo una cita con el fiscal que asumirá el caso en Bogotá. Le voy a decir qué hago con esta bolsa. Me interesa entregarla para que investiguen, para que por favor me colaboren. Esta es mi única evidencia que traje de San Andrés. Quiero que lleguen a fondo”, contó Orlando. Este miércoles 16 de julio se realizarán las honras fúnebres de la familia Martínez Canro.
Sobre la bolsa, que contiene ropa, Orlando adelantó que "tiene un olor horrible", el cual quiere que indaguen.
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CRISTIAN ÁVILA JIMÉNEZ
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