El histórico encuentro entre los ex jefes paramilitares y los voceros de las FARC duró tres horas y media y se llevó a cabo en la casa provincial de los jesuitas en el centro de Bogotá. El objetivo, la verdad y la reconciliación.
El encuentro entre los ex jefes paramilitares y de las FARC generó de inmediato reacciones en el Gobierno y en algunos partidos políticos del país. Unos creen que es una señal de paz y reconciliación, otros le restaron importancia.
“Esa foto me gustó porque eso es la paz. Ya depusieron las armas y ahora lo que debemos hacer es deponer los odios, deponer la sed de venganza, reconciliarnos”, dijo el presidente Juan Manuel Santos en su visita al departamento del Guaviare.
Por su parte, el senador Antonio Navarro Wolf dijo que la reunión es un ejemplo de reconciliación que otros deberían seguir. “Ahora necesitamos que se reconcilien los políticos, la reunión que queremos ver es la de Álvaro Uribe Vélez y Juan Manuel Santos reconciliándose”.
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“Las FARC siguen escondiendo a los menores, no devolvieron las armas, esconden la fortuna criminal que tienen y el gobierno no lo exige entonces cómo van a hablar de verdad un grupo de
Por su parte, Iván Cepeda dijo: “quienes han clamado para que no haya impunidad hoy se les puede decir, se está hablando de decir toda la verdad y eso hay que hacerlo así le duela a algunos”.
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Según los asistentes a la reunión no hubo una agenda preparada de temas, pero si mucha cordialidad y compromiso con la verdad y la reconciliación.