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Un hecho impactante ocurrió en los últimos días en el municipio de San Gil, departamento de Santander. Una mujer de 78 años, identificada como Socorro Garnica Vargas, fue víctima del impacto de un rayo y sobrevivió. La adulta mayor se encuentra remitida en una unidad de cuidados intensivos y sus familiares piden ayuda para cubrir los gastos médicos.
El hecho ocurrió en la vereda Bejaranas, zona rural del municipio, en la noche del domingo 21 de septiembre cuando Socorro se encontraba visitando a una hermana y se disponía a irse a su casa a las 7:30 de la noche, la cual queda a tan solo 200 metros de la de su familiar.
En ese momento, una fuerte tormenta eléctrica comenzó en la zona y un rayo alcanzó a la mujer de 78 años. La adulta mayor cayó al suelo de inmediato, quedó inconsciente y un motociclista que pasaba por el lugar, al verla tirada en el piso, la ayudó y alertó a la familia.
Los familiares de Socorro la llevaron hasta el Hospital de San Gil y luego las autoridades de salud la trasladaron al Hospital Universitario de Santander, en Bucaramanga.
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Laura Maldonado, familiar de la víctima, le dijo a Noticias Caracol que “el pronóstico de mi abuela es reservado”. Además, señaló que la adulta mayor “aún está en UCI y a la espera de que nos dice el doctor”.
Laura también manifestó en el medio *Q’Hubo* que estas “son noticias que uno no está preparado ni espera nunca recibir. Ella estaba en camino a la casa y ahí fue que el rayo la golpeó”.
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La familia de la víctima indicó que ella sufrió un fuerte golpe en la cabeza, tuvo un sangrado en uno de los oídos y una hemorragia cerebral. Además, pidió ayuda para solventar los gastos médicos que requiere la adulta mayor.
Los ciudadanos que deseen apoyar a esta familia pueden hacer su aporte a través de la cuenta de Nequi con el número 314 384 7517.
Cuando una persona es alcanzada por un rayo, actuar con rapidez puede salvarle la vida. De acuerdo con el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos, lo primero es llamar a emergencias y asegurarse de que el lugar sea seguro para brindar ayuda, ya que puede haber riesgo de nuevos rayos. Es seguro tocar a la víctima, ya que no conserva carga eléctrica.
Se debe verificar si la persona respira y tiene pulso. Si no respira, se debe iniciar respiración boca a boca; si no tiene pulso, comenzar reanimación cardiopulmonar (RCP). Las quemaduras, hemorragias o fracturas deben tratarse con primeros auxilios básicos mientras llega la ayuda médica.
Si el suelo está frío o húmedo, colocar una manta o aislante puede prevenir hipotermia. Aunque el evento es raro, las probabilidades de que una persona sea alcanzada por un rayo en un año son de aproximadamente 1 en 500,000, y a lo largo de la vida (80 años), el riesgo aumenta a 1 en 15,000.
Las personas que trabajan o realizan actividades al aire libre, especialmente en zonas rurales, tienen mayor riesgo. Aunque el 90% de las víctimas sobreviven, muchas sufren secuelas graves como quemaduras, daño neurológico o problemas cardíacos.
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CAMILO ROJAS, PERIODISTA NOTICIAS CARACOL
X: RojasCamo
Correo: wcrojasb@caracoltv.com.co
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