Publicidad
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Navidad es, para muchos, la fecha más bella del año, pues en estos días miles de familias decoran sus hogares, comparten en la mesa y, en el caso de Colombia, rezan la conocida novena de aguinaldos en torno a un pesebre que conmemora la fecha y las circunstancias en las que nació Jesús, la figura central del cristianismo en todo el mundo. Este pesebre, muy común en las casas religiosas, es adornado con todo tipo de cosas: desde casas de madera o animales a escala, hasta imponentes lagos o estructuras, en casos de pesebres más sofisticados, que asemejan aquel espacio decorativo a un ecosistema natural parecido a uno real.
Pero a la hora de armar este tipo de pesebres u otras decoraciones navideñas, existen ciertos límites contra los que, aún en pleno 2025, continúan luchando las autoridades ambientales. Y es que en países como el nuestro, muchas familias continúan con una dañina costumbre que pone en riesgo la estabilidad de ecosistemas naturales y, con ella, la vida de miles de animales y plantas que habitan en estos paisajes nacionales de bosque altoandino. Con el fin de darles mayor realismo a sus pesebres o adornos, tienden a extraer musgo de la corteza de los árboles sin tener en cuenta la importancia ni el peso ecológico en los entornos naturales de la ciudad y el país.
Aunque pocos lo crean, este simple acto que muchas veces se hace por tradición o inocencia, puede acarrearles costosas multas a quienes lo hagan, e incluso penas de prisión. En ciudades como Bogotá, las autoridades establecen que extraer musgo de los ecosistemas naturales para decoraciones navideñas u otros fines puede conllevar a la imposición de multas de hasta 62.000 millones de pesos o penas de prisión de hasta 135 meses.
El musgo es una especie que se ubica en los Cerros Orientales de Bogotá, humedales y otras zonas naturales de Colombia. Esta planta no vascular es fundamental para la protección del agua y la conservación de la misma al poder retener hasta 10 veces su peso en este recurso hídrico. Por lo anterior, son indispensables para la restauración, protección y sostenibilidad ecológica de las zonas boscosas que habitan o rodean a la ciudad.
Adicionalmente, esta importante planta puede dosificar el agua que acumula en tiempos secos, filtrando las impurezas de la misma y llevándola directamente hacia el suelo, en donde cientos de plantas, hábitats de otros seres vivos, pueden consumirla en etapas de escasez. Su carácterística forma de crecer, expandiéndose a lo largo del suelo o las cortezas de árboles pareciéndose a un tapete, también contribuye a que la tierra pueda protegerse y recuperarse, permitiendo que sobre ella puedan crecer árboles y plantas de alto tamaño.
Retirar estas plantas sagradas para los ecosistemas naturales, por lo anterior previamente expuesto, provoca erosión en el suelo, deslizamientos de tierra y contribuyes inundaciones que puedan presentarse en la ciudad en tiempos de invierno. Por otro lado, durante sequías, la ausencia de musgo puede hacer más succeptibles a los bosques de incendios forestales, afectando la seguridad de todo tipo de seres vivios que en ellos habitan.
Publicidad
"Estas especies son propias del ecosistema de bosque altoandino y tienen funciones ecológicas de gran relevancia. Extraerlas de su hábitat natural tiene consecuencias graves como la propagación de incendios, aumento en la erosión de suelos y la pérdida de biodiversidad asociada. El compromiso de cuidar nuestros ecosistemas y hacer de Bogotá una ciudad más resiliente al cambio climático es de todos. Por eso, invitamos a la ciudadanía a evitar el uso de esta o cualquier especie natural", dijo la secretaria Distrital de Ambiente, Adriana Soto
Para reemplazar a este tipo de plantas en los pesebres, los bogotanos pueden acudir a alternativas artificiales que no provoquen tal impacto en la naturaleza. Entre las principales opciones de adornos para Navidad se pueden contemplar adornos biodegradables y de origen natural como aserrín, fibra de coco, papel periódico o materiales reciclados.
Si identifica a personas comprando, vendiendo o extrayendo este tipo de plantas, puede hacer la respectiva denuncia comunicándose con la Secretaría Distrital de Ambiente de Bogotá a los teléfonos 3187125560 o 3188277733. De la misma forma, puede hacer la respectiva denuncia al correo electrónico fauna@ambientebogota.gov.co.
Publicidad
"Como autoridad ambiental hacemos un llamado a la ciudadanía para evitar el uso de musgo u otras especies como quiches, lamas o líquenes, y a reportar cualquier actividad sospechosa de movilización y comercialización de las mismas a los canales oficiales de la Secretaría Distrital de Ambiente de Bogotá (SDA): 318 712 5560 y 318 827 7733. También puede escribir al correo: fauna@ambientebogota.gov.co", informó la Secretaría de Ambiente de Bogotá.
JULIÁN CAMILO SANDOVAL
NOTICIAS CARACOL DIGITAL
JSANDOVAL@CARACOLTV.COM.CO