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Los residentes de Ciudad del Río, en El Poblado, fueron despertados por un fuerte estruendo el 9 de marzo de 2025. Al salir a investigar, se encontraron el cuerpo sin vida de Geisimara de Almeida Gomes , quien había caído desde el piso 16 de la Urbanización Parque Central del Río. La joven, de 21 años, era originaria de Brasil y había estado viviendo en Medellín durante algún tiempo. En un principio, se había planteado que, tras haber sostenido una fuerte discusión con su pareja, la mujer habría acabado con su vida al arrojarse desde el lugar.
Tras analizar los hechos que rodeaban la muerte de la joven, las autoridades descubrieron que, tras la caída de la joven, su pareja, con quien aparentemente había tenido una discusión horas antes, había desaparecido del lugar. Información preliminar apuntaba a esa hipótesis: el hombre se habría ido del apartamento poco después de la trágica muerte de Almeida, llevándose consigo su celular y el de la joven, detalle que generó sospechas de las autoridades sobre él.
Una vez las autoridades identificaron que la pareja sentimental de Geisimara había salido del lugar de los hechos con su celular, también encontraron en el apartamento donde la joven se hospedaba los documentos de dos personas, también brasileñas, uno de estos pertenecientes a la pareja de la joven encontrada muerte. Con estos papeles en mano y con la inicial sospecha de que su novio perpetrara el crimen, autoridades buscaban en su momento localizar a los dos sospechosos y esclarecer cómo se produjo la muerte de la joven extranjera.
Durante los primeros días de la investigación, los detectives de la Policía Metropolitana de Medellín se centraron en dos teorías: la posibilidad de un suicidio o la de un feminicidio. Sin embargo, fue el hallazgo de los teléfonos de la víctima y su compañero sentimental lo que puso en alerta a los investigadores. Autoridades apuntaron todos sus esfuerzos en sospechar que su pareja había tomado los dispositivos para ocultar pruebas. Además, a través de estos documentos, comenzaron a rastrear las identidades y movimientos de los involucrados, lo que permitió identificar al compañero sentimental de la joven.
Según lo recogido por El Colombiano, agentes de la Sijín de la Policía Metropolitana de Medellín comenzaron a revisar las grabaciones de las cámaras de seguridad del edificio, que mostraron al agresor saliendo del edificio poco después de que se escuchara el estruendo de la caída. Además, entrevistaron a los empleados de seguridad del conjunto. Estos datos recopilados por las autoridades permitieron confirmar que Geisimara de Almeida Gomes había sido asesinada y no fue un suicidio, como se creía inicialmente.
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Después de dos meses de investigaciones, los datos y pruebas recopiladas permitieron a las autoridades confirmar que Geisimara de Almeida Gomes había sido asesinada. El caso, que inicialmente se pensó podría haber sido un suicidio, fue finalmente clasificado como un asesinato, presunto feminicidio. Según las autoridades, el hombre con quien la joven había discutido antes de su muerte es el principal sospechoso. La desaparición de este individuo, quien también se habría llevado los teléfonos de las víctimas, fue un indicio clave de su posible implicación en el crimen.
La Fiscalía General de la Nación está en proceso de reunir pruebas adicionales y tiene previsto solicitar una orden de captura contra el compañero sentimental de Geisimara y se está llevando a cabo una búsqueda para dar con su paradero. La clave que permitió esclarecer este trágico suceso fue un detalle aparentemente desapercibido: la desaparición del teléfono móvil de la víctima y la huida sospechosa de su pareja sentimental, quien abandonó el lugar tras la caída.
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Según datos oficiales citados por el medio regional, hasta la fecha, seis extranjeros han perdido la vida en Medellín durante el año 2025. Las víctimas provienen de países como Estados Unidos, México, Corea del Sur, Turquía y Brasil. De estos decesos, cuatro ocurrieron en la zona de El Poblado, uno de los sectores más exclusivos de la ciudad. En comparación, durante el 2024, aproximadamente 50 personas extranjeras fallecieron en el Valle de Aburrá por diversas causas, excluyendo a los ciudadanos venezolanos.
VALENTINA GÓMEZ GÓMEZ
NOTICIAS CARACOL
vgomezgo@caracoltv.com.co