Un grupo personas deportadas hace cinco meses desde Venezuela por el gobierno de Maduro, protesta en el centro de Migración de Cúcuta, luego de que cesaran los subsidios y se quedaran sin cómo pagar el arriendo.
Pese a que la entidad está cerrada, a solo 10 pasos los deportados deben pernoctar. “Tengo 3 niños menores y no están estudiando. No tengo nada, no tengo casa donde tenerlos”, denunció entre lágrimas Gladys Max, expulsada del vecino país.
Ante las dificultades de estos colombianos, las autoridades en Cúcuta aseguraron carecer de recursos para ayudarles.
“La Alcaldía no tiene recursos para seguir ayudando a estas familias. Hacemos un llamado al Gobierno Nacional para que se ponga al frente de esta situación”, declaró el secretario de gobierno de Cúcuta, Óscar Gerardino.
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