Edgar Pinto Valbuena era un tendero que le prestó dinero a una humilde mujer indígena a la que la convirtió en su novia. Pero el idilio inicial se convirtió en un infierno, a tal punto que le pagó a un habitante de calle para atacarla con ácido, el 24 de diciembre de 2010. Todo, por no querer volver con él.
Sin embargo, este fue el final de una larga serie de agresiones. En noviembre de 2010, la atacó con arma blanca, pero antes, la había intentado obligar a abortar, la violó, la golpeó y durante varias semanas la mantuvo secuestrada junto a su bebé, a quien intentó regalar lo a Bienestar Familiar.
"Se demostró en el proceso penal que efectivamente esta mujer estaba en una relación de subordinación, no sólo por su calidad de ser mujer, sino también por ser mujer indígena", asegura la abogada Viviana Benavides, secretaria distrital de la Mujer.
La condena en contra de Pinto Valbuena se conoció a finales de diciembre por los delitos de tortura, tentativa de homicidio y lesiones personales agravadas. El prontuario le podría hacer afrontar más de 25 años de cárcel. La pena se conocerá el próximo 12 de febrero.
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