Pasadas las 7:00 de la mañana del pasado lunes hasta la medianoche, cinco oficiales y 27 soldados permanecieron retenidos por la comunidad indígena en zona rural de Inzá, oriente del Cauca.
La Defensoría del Pueblo informó que los militares fueron rodeados por esta población entre los resguardos de Santa Rosa y San Andrés de Pisimbalá, tras la muerte de un comunero identificado como Ismael Enrique Bastidas, al parecer, en un retén del Ejército.
Tras siete horas de negociaciones, la Defensoría logró que la guardia indígena entregara a los uniformados, los cuales fueron escoltados por esta misma comunidad, bajo la coordinación de la entidad, hacia el casco urbano de Inzá para evitar un posible ataque del sexto frente de las FARC.
Debido a la gravedad de los hechos que motivaron el bloqueo de los militares, adscritos a la Fuerza de Tarea Apolo de la Brigada 29, la Defensoría también pidió que el caso pasara a manos de la justicia ordinaria.
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“La comisión humanitaria de la institución logró el compromiso del Ejército para que tanto los militares como el armamento sean puestos a disposición de la Fiscalía General de la Nación para practicar las pruebas periciales y técnicas necesarias, a fin de depurar responsabilidades individuales y esclarecer la muerte del comunero”, enfatizó el organismo a través de su página web.