La Fiscalía dio a conocer documentos, testimonios e interceptaciones telefónicas que demostrarían que diez militares habrían incurrido en varios delitos en la contratación ilegal de visores nocturnos para las fuerzas especiales del Ejército.
Según el ente acusador, hubo irregularidades en la contratación por dos mil millones de pesos. La fiscal del caso presentó un estudio que concluye que esos binoculares no tenían las condiciones para su uso en Colombia y que además ponían en riesgo la vida de los militares.
La Fiscalía presentó conversaciones telefónicas para demostrar que habría intereses por esos contratos entre algunos militares activos y retirados que están implicados en la investigación.
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Una declaración recogida por el ente investigador a los dueños de la firma fabricante de esos visores nocturnos concluyó que eran para deporte de caza en los Estados Unidos y desconocían que habían llegado a parar al Ejército de Colombia.
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Los militares fueron acusados de concierto para delinquir, celebración de contratos sin requisitos legales, interés indebido en la celebración de contratos, falsedad material en documento público, peculado por apropiación en favor de terceros y prevaricato por acción.
La Fiscalía pidió que los diez militares, entre quienes hay dos coroneles en retiro, fueran cobijados con medida de aseguramiento.
Los uniformados no aceptaron los cargos y en los próximos días el juez tomará una decisión.