Algunos habitantes de la capital antioqueña aseguran que las medidas tomadas anteriormente deben ser permanentes, ¿usted qué opina?
La alerta naranja, decretada por las autoridades el pasado jueves y viernes, tomó por sorpresa a los ciudadanos del Valle de Aburrá.
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Luego de superar la más reciente alerta roja emitida hace un par de semanas, consecuencia de los altos niveles de contaminación, Medellín hoy vuelve a estar bajo amenaza por la calidad del aire que los ciudadanos están respirando.
Las medidas de contingencia que se tomaron, en su momento, dieron resultado luego de superar el periodo de transición entre la época seca y la húmeda, una de las razones que llevó a la acumulación de partículas contaminantes, especialmente en el centro de Medellín.
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Vale la pena tener en cuenta que durante el año hay dos épocas de transición, una entre febrero y marzo, y la otra entre octubre y noviembre, por lo que las condiciones climáticas no permiten que el aire que está contaminado ascienda lo necesario para que sea arrastrado por los vientos alisios.
¿Por qué se volvió a decretar la alerta naranja?
Según información entregada por la subdirectora ambiental del Área Metropolitana, María del Pilar Restrepo, este tipo de fenómeno se conoce como subsidencia y no se puede predecir.
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Esto se presenta cuando la capa superficial del aire realiza un proceso de contracción y comienza a descender, lo que evita que el aire contaminado siga ascendiendo y le permita la salida del Valle de Aburrá, explicó.
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Este proceso de subsidencia desencadena agentes contaminantes que se dispersan en el aire y luego se acumulan cerca de la superficie, lo que aumenta las concentraciones durante las horas atípicas como la madrugada: