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En vías públicas hay un sinnúmero de peligros que pueden costarle la vida a quienes las transitan. En Colombia, varios ciudadanos han sufrido accidentes fatales tras entrar en contacto con cables de energía o de telecomunicaciones mal ubicados. Séptimo Día recopiló algunas de las historias más impactantes, entre ellas, la de un joven de Girardot, Cundinamarca, cuya familia aún espera respuestas.
Andrés Felipe Lozada Triana, de 24 años, murió el 13 de febrero de 2021 mientras iba desde su trabajo hasta su casa. “Enterrar a un hijo es terrible y para mí eso es un daño muy grande, porque le causa uno un trauma”, subrayó María Olimpia Triana en diálogo con Séptimo Día.
El día de los hechos, Andrés Felipe, quien trabajaba en mantenimiento de piscinas en Girardot, quedó tirado en la vía tras sufrir enredarse con un cable. Su padre de crianza, Hernando Rojas Barrios, fue uno de los primeros en encontrar la desafortunada escena, pues justo transitaba por la misma carretera minutos después de lo ocurrido.
“Yo venía por la misma vía por donde él venía, empecé a notar el tumulto de personas y que pensé que era un control policial (...) Me vine despacito, despacito, me acerqué y él quedó de espalda, pero yo lo reconocí, le reconocí el jean, los tenis, como se dice por ahí: uno conoce lo de uno”, relató Rojas.
Justo a él un vecino que habría sido testigo de la situación le contó lo que aparentemente: “Yo vi cuando su hijo impactó con el cable, dio como tres vueltas, cayó y se deslizó”. Aunque ninguna autoridad en el lugar confirmó que una cuerda fuera la causante del hecho, los familiares de Andrés Felipe insisten en que la responsabilidad es de la empresa a cargo de este. Según ellos, tanto Enel Codensa como el municipio debería responder.
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De acuerdo con el reglamento técnico de instalaciones eléctricas, los cables de baja tensión deben estar a una altura mínima de 5 metros y, según María Olimpia, el que habría causado el accidente de su hijo estaba por debajo de lo permitido. Por eso, los padres de Andrés Felipe Lozada buscaron asesoría legal del abogado José Orlando Mejía.
El abogado le comentó a Séptimo Día que, inicialmente se presentó, como en todo proceso de este tipo, un llamado para conciliación, pero, según él, ni Codena ni el municipio de Girardot accedieron a conciliar y por eso interpuso una demanda contra estas dos entidades.
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Séptimo Día buscó a la Alcaldía de Girardot para saber si asumieron alguna responsabilidad por este caso y Julián Mayorga, secretario de Gobierno, dijo que en respuesta a esta demanda se señaló que “es una responsabilidad netamente de la empresa de servicios públicos que estaba realizando esta reparación” y “es importante esperar que el juez determine responsables y los grados de responsabilidad”.
Por su parte, en un comunicado Enel Codensa le indicó a Séptimo Día que “la compañía ha sido notificada de las acciones legales iniciadas por los familiares de los fallecidos (de este y otros casos) y ha atendido los requerimientos de las autoridades administrativas y judiciales en el marco de las investigaciones correspondientes”.
Séptimo Día pudo establecer que, en Colombia, la entidad encargada de vigilar que las empresas de energía cumplan con sus obligaciones de mantenimiento y garanticen el buen funcionamiento de sus redes es la Superintendencia de Servicios Públicos Domiciliarios. Sin embargo, al ser consultados, manifestaron que actualmente no hay un superintendente en propiedad y, por ello, no podían pronunciarse.
Actualmente, en el Congreso cursa una iniciativa que busca reducir no solo la contaminación visual, sino también los riesgos de accidentes asociados al cableado de telecomunicaciones. El ponente del proyecto, el representante Modesto Aguilar, afirma que se “busca establecer la obligatoriedad de que las redes de telecomunicaciones sean soterradas, esto para que las autoridades tanto nacionales como distritales y municipales y tengan la vigilancia y el control”.
El otro caso al que se refirió la empresa Enel Codensa en el comunicado fue el de Jhojan Stiven Hoyos Fabra, un niño de 12 años, que perdió la vida tras recibir una descarga eléctrica mientras jugaba en el parque La Florida el 26 de octubre de 2021. Este incidente ocurrió en uno de los escenarios recreativos más concurridos de la capital y dejó en evidencia los riesgos mortales que representan los cables mal instalados o sin el debido mantenimiento.
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“Nadie podría acercarse a mi hijo, porque en el medio estaba el agua llena de corriente...Lo intentaron reanimar, pero ya no podían hacer nada”, relató Lina Marcela Fabra, madre de la víctima, en Séptimo Día.