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“Si no hay vida, no hay paz, no hay familias”, dice desmovilizada de las FARC

Aunque se quedó en un taller de calzado que construyó con otras exguerrilleras en Arauca, apoya la movilización que adelantan sus compañeros en Bogotá.

Excombatientes -  1 de noviembre.jpg

Un grupo de los cientos de desmovilizados de la extinta guerrilla de las FARC que marchan para exigir garantías de seguridad ya se encuentra en Bogotá y en la tarde del domingo se dirige a la Plaza de Bolívar.

Emilio Archila, alto consejero para la estabilización, les aseguró a los manifestantes que el Gobierno está “haciendo todas las medidas que se necesitan para protegerlos, si ellos tienen información de condiciones que nos puedan favorecer dentro de esa labor, es importante que nos lo hagan conocer”.

“Es importante que hablen con nosotros, que nos digan qué es lo que están pensando y estoy este fin de semana por instrucciones del presidente Iván Duque en Bogotá, atento a saber cómo quieren que conversemos”, agregó.

Mientras unos desmovilizados se concentran para protestar por los homicidios de sus compañeros, en un taller de calzado en Arauca trabajan cerca de 20 exguerrilleras de las FARC con la marca Pisando Firme.

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Una de ellas es Sorleny Patricia Torres, que cuenta que dejó su casa a los 13 años “porque donde vivía se estaba viviendo una guerra total”.

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"Antes de iniciar el acuerdo de paz, Sorleny no existía, existía Emilse Sandoval, estábamos en una vida armada", relató.

Ahora, en la vida civil, como ellos la llaman, recuerda los momentos más duros del conflicto: "los bombardeos, las caminatas, mirar asesinatos de compañeros porque es una guerra muy dura donde no se está preparado para recibir una bomba de 500 libras mientras uno está durmiendo".

"Los que hemos vivido realmente la guerra, hoy en día, donde estamos, no queremos saber de guerra", recalca.

Ella vive en el antiguo espacio de reincorporación llamado Martín Villa, que hoy se conoce como Villa Paz y donde conviven cerca de 200 personas con sus familias, que nacieron tras acogerse al acuerdo de paz.

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Sorleny dice que la marca de los zapatos que fabrican, Pisando Firme, se llama así “porque cada paso que demos lo vamos a dar muy seguros de lo que estamos haciendo, que es aportándole a la paz de Colombia”.

Y aunque se quedó en su territorio, también se sumó a las voces de otros excombatientes que piden mayores garantías de seguridad: "que nos cumplan con las garantías de la vida, si no hay vida, no hay paz, no hay proyectos, no hay familias, no hay nada".

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