Tras atentados, Santos ordena a equipo que negocia paz con el ELN devolverse a Colombia

Dijo que evaluará futuro del proceso y pidió a la fuerza pública responder con firmeza luego de ataques en Arauca y Casanare. 

“El Gobierno Nacional deplora la decisión del ELN de reanudar sus ataques terroristas contra la población civil, las fuerzas armadas y la infraestructura. Siempre estuvimos dispuestos a prorrogar el cese al fuego con esa organización y negociar uno nuevo”, recalcó el presidente Juan Manuel Santos. 

Sostuvo que, de forma inexplicablemente, la guerrilla reanudó sus ataques la madrugada de este miércoles, justo el día en que se debía iniciar el nuevo ciclo de negociaciones en Ecuador. 

“Ante esta situación he conversado con el jefe de la delegación del gobierno en Quito (Gustavo Bell) para que se regrese de inmediato para evaluar el futuro del proceso”, recalcó el jefe de Estado. 

Así mismo, ordenó a las Fuerzas Armadas actuar con contundencia para responder a la agresión y “proteger la vida y honra de los colombianos”.

“Mi compromiso con la paz ha sido y será indeclinable. Pero a la paz se llega con voluntad y hechos concretos de paz. No solo con palabras”, concluyó el mandatario.

LOS ATENTADOS

Hombres armados dinamitaron este miércoles el oleoducto Caño Limón-Coveñas en cercanías al pozo Cupiagua, en el municipio de Aguazul, Casanare.

Mientras tanto, dos infantes de Marina resultaron heridos en Arauquita, Arauca, por el lanzamiento de una granada de fragmentación.

El ELN, que cuenta con menos de 2.000 combatientes, y el gobierno de Santos buscan firmar un pacto de paz similar al que desarmó y transformó en partido a las FARC el año pasado.

En el marco de las pláticas, iniciadas en febrero de 2017, acordaron un histórico cese al fuego de tres meses en el que no se presentaron enfrentamientos entre las partes.

Gobierno y guerrilla se acusaron mutuamente de incumplimientos durante los más de cien días de tregua. El ELN reconoció el asesinato de un gobernador indígena, por lo que pidió perdón.

A su vez, los rebeldes acusaron al Ejecutivo de la muerte de siete campesinos cocaleros en un ataque que involucró a la fuerza pública, y de operaciones militares en zonas de su influencia.

Varios sectores pidieron a las partes, luego de la crisis generada este miércoles, seguir en la mesa de negociaciones y pactar cuanto antes un nuevo cese del fuego. La Defensoría del Pueblo, a través de un trino, dijo que "es mejor un mal cese del fuego, que una buena guerra".